Austria prepara la «protección» de su frontera sur tras el acuerdo sobre inmigración en Alemania
Ante la perspectiva de que Berlín adoptará «medidas nacionales para luchar contra los flujos migratorios», la república alpina procederá de forma similar
Como «un cheque sin fondos» calificó la jefa de los socialdemócratas (SPD) y ministra de Trabajo, Andrea Nahles , el ofrecimiento de la canciller democristiana (CDU) Angela Merkel a su díscolo ministro de Interior y presidente de los socialcristianos bávaros (CSU) Horst Seehofer. Y es que la pelota de las negociaciones de las últimas semanas al interior del bloque conservador formado por CDU y CSU está ahora en el techo de los socialdemócratas.
Como socio de la coalición de Gobierno con la Union, el SPD debe ahora evaluar y aprobar la propuesta con la que Merkel logró la paz con Seehofer: básicamente, la creación de «centros de tránsito» en la frontera entre Alemania y Austria que permita identificar a las personas que hayan solicitado asilo como refugiados en otro país de la Unión y devolverlos «en caliente» a ese país.
El SPD podría alzarse ahora como el responsable de extender aún más la discusión o de colapsar el Gobierno ya que una propuesta muy similar la rechazaron ya en 2015 . Otras voces del SPD se quejan de que CDU y CSU estuvieron semanas discutiendo y quieren ahora que los socialdemócratas aprueben o desaprueben en 24 horas. Pero, ¿qué son los «centros de tránsito»? Nadie lo tiene muy claro. Desde la Unión explican que se trata de centros de retención de personas que al cruzar la frontera desde Austria a Alemania tengan el estatus de refugiados.
Se les permitirá la entrada si el asilo se ha pedido en Alemania, pero si la petición la han hecho en otro país serán devuelto a este. Los problemas llegan con la implementación de la que estará a cargo Seehofer, ya que son necesarios acuerdos con los otros países.
Con las elecciones regionales en Baviera el próximo octubre y el avance de los ultraderechistas del AfD que podrían quitar la mayoría absoluta a la CSU como telón de fondo, Seehofer mantuvo a Berlín y Bruselas durante dos semanas en vilo.
El político bávaro dio a Merkel un ultimátum de dos semanas para lograr acuerdos a nivel europeo que detengan los movimientos de peticionarios de asilo dentro de la Unión. La semana pasada Merkel indicó en Bruselas que -además de España y Grecia- ha obtenido acuerdos bilaterales con otros 14 países de la Unión, además de la declaración conjunta de los 28. Logros rechazados por Seehofer ya que no tiene «efectos equivalentes» al cierre fronterizo, por lo que viajó el lunes a Berlín a intentar un nuevo acuerdo amenazando con renunciar a sus cargos. El consenso llegó el lunes por la noche de la mano de los llamados «centros de tránsito».
El canciller austriaco, Sebastian Kurz, ya advirtió que si Alemania rechazaba unilateralmente solicitantes de asilo, su país se vería obligado a tomar la misma medida.
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