Ciudadanos sirios recogen cadáveres tras un bombardeo ruso en Duma (cerca de Damasco)
Ciudadanos sirios recogen cadáveres tras un bombardeo ruso en Duma (cerca de Damasco) - AFP

Aumentan los ataques en Siria a pocas horas del alto el fuego pactado

Al Assad y la oposición armada aceptan la tregua, pero se impone el escepticismo ante la intensificación de la guerra

Corresponsal en Estambul Actualizado: Guardar
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El «cese de hostilidades» en Siria acordado entre Rusia y Estados Unidos entra en vigor este sábado con los peores augurios, ya que viene precedido por un recrudecimiento de los ataques y bombardeos, sobre todo por parte de la aviación rusa y las tropas gubernamentales. El acuerdo de las grandes potencias ha sido refrendado tanto por el presidente sirio, Bashar al Assad, como por la oposición armada no yihadista. Pero hasta última hora del viernes los cazas rusos y las tropas de Damasco intensificaron sus ataques por todo el país, según informó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), organización opositora con sede en Londres pero con una amplia red de activistas sobre el terreno.

De acuerdo con estas informaciones, al menos ocho miembros de una familia murieron este viernes tras los bombardeos, supuestamente rusos, en la localidad de Qabtan al Jabal, en la provincia de Alepo.

El presidente del Observatorio, Rami Abdel Rahman, fue más allá y aseguró que los bombardeos rusos también golpearon las poblaciones de Deir Hafer, Biyan, Tel Biyan y Maarat Atareb, también en la región de Alepo. En Duma, uno de los enclaves cercanos a Damasco donde los rebeldes se mantienen fuertes, se han producido 25 ataques aéreos. Por su parte, las tropas de Al Assad también aumentaron sus ataques en las regiones de Homs e Idlib.

No es la primera vez que los movimientos militares se disparan antes de un anunciado alto el fuego. Según los analistas, es una práctica común para conseguir una posición lo más favorable posible de cara a una posible negociación. El problema es que esa intensificación de combates ya hizo imposible el cumplimiento de la tregua también pactada por Rusia y Estados Unidos el pasado 12 de febrero.

El alto el fuego no rige para los terroristas de Daesh y el frente Al Nusra

Así las cosas, la oposición armada no yihadista se ha sumado a la tregua, pero también con escepticismo. El alto el fuego no rige para los terroristas de Daesh y el frente Al Nusra. Es un acuerdo mutuo de Moscú y Washington. Pero la oposición armada no yihadista –aunque incluya algunos grupos considerablemente radicales– insiste en que teme que este hecho sea empleado como justificación por Rusia y Damasco para seguir atacando sus posiciones, como ya ocurrió en la anterior tregua fallida.

Pese a todo, en teoría, a excepción de los yihadistas, todos los bandos están de acuerdo con el alto el fuego. «Ya se han sumado numerosos destacamentos de la oposición siria en el este del país, incluidos grupos suníes que se han puesto en contacto con los militares rusos», anunció este viernes el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov.

Nadie contempla la posibilidad de que los enfrentamientos contra Daesh se detengan. Estos yihadistas controlan unos territorios más o menos bien delimitados, donde sin duda continuarán los bombardeos. Más problemas genera el Frente al Nusra, la filial de Al Qaida en Siria. Esta organización está considerada como terrorista tanto por Rusia como por los Estados Unidos, pero en diversas zonas se encuentra muy próxima a otras de las muchas fuerzas opositoras que se agrupan bajo el paraguas de «rebeldes» u oposición armada, aunque entre ellos sí haya numerosos islamistas, algunos muy radicales y cercanos a los yihadistas. Abu Mohamad al-Golani, líder de Al Nusra, rechazó este viernes la tregua y aseguró que las consecuencias de la guerra siria se expandirán a otras zonas suníes, incluida Arabia Saudí.

El pesimismo se incrementa cuando se recuerda que Al Assad calificó recientemente como terroristas a Ahrar al Sham y Jaysh al Islam, dos grupos rebeldes islamistas radicales, pero que cuentan con el apoyo de fuerzas prooccidentales, que teóricamente sí forman parte de la tregua.

Solo dos semanas

Esta compleja situación que vive Siria genera que solo sea posible acordar un frágil alto el fuego con la esperanza de que se consolide con el tiempo. El Alto Comité para las Negociaciones, que agrupa a cerca de un centenar de facciones rebeldes, se ha comprometido a tan solo «dos semanas» de tregua. A lo que se suma el problema añadido de las milicias kurdas de las Unidades de Protección Popular (YPG) a las que Turquía se resiste a incluir en la tregua. «En principio apoyamos el alto el fuego, pero tenemos serias preocupaciones sobre el futuro de la tregua mientras los combates continúen», aseguró este viernes en rueda de prensa el portavoz de la Presidencia turca, Ibrahim Kalin.

Durante las últimas semanas las YPG han logrado importantes avances en el norte de Siria, arrebatando territorio a grupos rebeldes apoyados por Ankara. Turquía ha respondido con ataques con proyectiles de artillería desde el lado turco de la frontera.

Ankara pone la etiqueta de «terrorista» a las YPG, a las que considera una filial siria del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), con los que combate en su propio territorio. En cambio, para Estados Unidos las YPG son una de las fuerzas más efectivas en la lucha contra Daesh.

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