Los aterradores audios de una joven argentina pidiendo auxilio antes de ser asesinada de 15 puñaladas

El cuerpo de Úrsula Bahillo, de 18 años, presentaba lesiones en la espalda, torso y cuello, lugar donde recibió la herida mortal

Úrsula Bahillo, la joven asesinada

ABC

El asesinato de Úrsula Bahillo, de 18 años, ocurrió la noche del lunes pasado, fue entonces cuando el policía Matías Ezequiel Martínez de 25 años -un agente que fue apartado en septiembre por un informe psiquiátrico- llamó por teléfono a su tío para darle un anticipo de lo que había hecho minutos antes. «Me mandé una cagada» , confesó y le indicó dónde se encontraba: cerca de una escuela en el paraje rural Guido Spano, a pocos kilómetros de la localida argentina de Rojas.

El familiar acudió al lugar acompañado de policías de la zona. Al llegar, el joven se encontraba dentro de un coche color gris, algo alterado y vestido de civil. Según confirmaron fuentes del caso al medio Infobae, cuando le preguntaron qué había ocurrido, Martínez respondió señalando donde se encontraba su exnovia muerta. En su vehículo, los efectivos hallaron un cuchillo de gran parte con manchas de sangre.

Tras el análisis forense, Martínez quedó imputado por femicidio más los agravantes de «alevosía» y «ensañamiento» . Esto implica que el asesino se aprovechó del estado de indefensión de la víctima y que buscó deliberadamente aumentar su sufrimiento. Fuentes del caso agregaron a Télam que el ataque contra Úrsula comenzó por la espalda y cuando ella intentó escapar, el policía la volvió a sujetar para apuñalarla en el torso y en el cuello.

Úrsula había denunciado en varias ocasiones a su exnovio por amenazas y violencia de género e incluso el policía tenía una medida de restricción perimetral que había violado dos días antes del crimen.

Según contó la madre de la víctima, Patricia Nassutti, la familia había presentado el 9 de enero la primera denuncia contra Martínez y el exnovio de Úrsula luego rompió la restricción de acercamiento. La madre criticó la actuación de los funcionarios judiciales y la policía: «No tuvimos un apoyo de nadie», dijo al Canal 13.

Tras su asesinato se revelaron a los medios varios audios y chats de la víctima que avisaban del miedo que sentía por Martínez. «No doy más, amiga, no doy más. Te juro que estoy muy triste», decía en uno de los mensajes que envió a amigas pidiendo ayuda. «Amiga, me dijo que me va a matar» , se escucha en el audio a una Úrsula desesperada. «Me quiero ir de acá, amiga, tengo mucho miedo», dice en otro audio.

Además de la denuncias en su contra por parte de Úrsula, el oficial tenía tres sumarios en curso en Asuntos Internos, uno de ellos por amenazar a una superior diciéndole: «Si me trasladan tiro una bomba», mientras que otra ex lo acusó públicamente de abusar sexualmente de su sobrina adolescente y de ser violento con ella.

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