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Atentado EstambulUn atentado contra una discoteca de Estambul deja al menos 39 muertos y 69 heridos

El gobernador de la ciudad confirma que se trata de un ataque terrorista. El primer ministro ha dicho que el atacante no iba vestido de Papá Noel

El tirador, que continúa huido, gritaba consignas en árabe, según los testigos

Corresponsal en Estambul Actualizado: Guardar
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El 2017 arranca en Turquía como terminó el anterior, golpeado por el terror. La policía todavía busca al hombre que ha matado a 39 personas y herido a otras 69 en la exclusiva discoteca Reina de Estambul. El primer ministro ha desmentido que el atacante fuese vestido de Papá Noel, como habían publicado en un primer momento medios turcos.

El ataque fue perpetrado a la 01.30 hora local (22.30 GMT) en el club Reina, situado a las orillas del Bósforo, por un desconocido con un arma automática que está huido y la operación policial para su búsqueda y captura está en curso, ha añadido el ministro del Interior turco, Süleyman Soylu. «Nuestra policía ha puesto en marcha una operación y esperamos que sea capturado pronto», ha dicho.

El ataque lo cometió un único asaltante, al contrario de lo señalado por las primeras informaciones, que se cambió de ropa para conseguir huir del local. 17.000 policías se habían desplegado en Turquía para evitar cualquier tipo de incidente en el país eurasiático, una medida que no evitó la masacre.

El gobernador de Estambul, Vasip Sahin, confirmó inicialmente el fallecimiento de un policía y de un civil, pero después elevó la cifra a 35 víctimas mortales y al menos 40 heridos, que se han ampliado hasta 69. A primera hora de la mañana, el ministro de Interior ascendía la cifra a 39 fallecidos, 16 de ellos extranjeros, después de informar sobre la identificación de 21 personas. Las autoridades afirman que se trata de un ataque terrorista.

En las primeras listas filtradas sobre la nacionalidad de las víctimas extranjeras no aparece la española ni ninguna otra europea. Principalmente se trata de ciudadanos de países árabes. Las autoridades libanesas y familiares confirmaron que al menos dos ciudadanos de esta nacionalidad murieron y siete resultaron heridos en el atentado perpetrado en una discoteca en Estambul, informó hoy la Agencia Nacional de Noticias (ANN). Entre las víctimas mortales hay también dos indios, tal y como informó el Gobierno de este país. No obstante, todavía quedan víctimas por identificar.

Entre los 69 heridos que están recibiendo tratamiento en diversos hospitales, cuatro «están en estado crítico y uno de ellos está gravemente herido», ha dicho Soylu. A primera hora de la mañana se ha empezado a conocer la nacionalidad de algunas de las personas que se encontraban en la discoteca. Un portavoz del ministerio israelí de Asuntos Exteriores ha asegurado que entre los heridos se encuentra una mujer de esta nacionalidad, que ha sido hospitalizada pero no se teme por su vida. Del mismo modo, ha confirmado que se desconoce el paradero de otro israelí que se encontraba en la sala. Por su parte, el Gobierno belga sí ha confirmado que una víctima es de nacionalidad belga.

El atacante abrió fuego con armas automáticas de manera indiscriminada desde la puerta del local, en el que se hallaban entre 500 y 600 personas celebrando la Nochevieja. Los testigos del ataque, citados por «Hürriyet», aseguran que el tirador gritaba consignas en árabe. Según el mismo diario, numerosos clientes del club se lanzaron al mar, y la guardia costera realizó una operación de rescate para salvarlos.

Sin reivindicación

Por el momento ningún grupo ha reivindicado el ataque. YIhadistas de Daesh y militantes de guerrillas kurdas han cometido grandes atentados en Turquía durante los últimos meses. No obstante, esta última masacre difiere en el modus operandi al no haberse producido con terroristas suicidas o contra objetivos de fuerzas de seguridad. A pesar de ello, una fuente de seguridad consultada por ABC señala a Daesh, también conocido como el autodenominado Estado Islámico, como posible autor del atentado en la discoteca. Entre los factores que apuntarían a los yihadistas se encuentra el hecho de que la policía turca haya desmantelado una célula en la provincia de Sakarya o de los propios mensajes realizados por los canales de comunicación de Daesh en las jornadas previas.

El ataque ha tenido lugar en el club Reina, situado en la orilla del Bósforo, un conocido lugar de ocio de la sociedad de Estambul, en el distrito de Ortakoy. La policía ha desplazado numerosos agentes al lugar para registrar el local, además de numerosas ambulancias, y se realizan esfuerzos para salvar a numerosos clientes del club que se le lanzaron al Bósforo presas del pánico.

El dueño del club, Mehmet Koçarslan, aseguró al mismo diario que los servicios secretos estadounidenses ya habían avisado de posibles ataques una semana antes y que se habían tomado medidas adicionales de seguridad a orillas del Bósforo.

Esta información ha llevado a algunos a realizar comentarios polémicos. Es el caso del diputado del islamista y gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), Samil Tayyar, quien a través de las redes sociales culpaba al propio Barack Obama del atentado.

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