Se atascan las negociaciones para desbloquear la exportación de cereales ucranianos

Lavrov se reunió ayer en Ankara con su homólogo turco, a quien le propuso abrir cuatro posibles rutas

El campo prevé «problemas de abastecimiento» y urge a la UE a flexibilizar exigencias

La guerra de Ucrania estresa la seguridad alimentaria mundial

El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, con su homólogo turco, Mevlut Cavusoglu Reuters

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Moscú probablemente logrará que Turquía ayude a exportar cereales y fertilizantes rusos a través del mar Negro, pero la posibilidad de que a ese flujo alimentario se una el grano ucraniano desde el puerto de Odesa se presenta muy difícil. Kiev teme que desminar su costa para garantizar una navegación segura de los cargueros facilitaría a Rusia la posibilidad de un ataque por mar , pese a las promesas que hizo ayer el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, de que no aprovecharán tal circunstancia.

Lavrov se reunió ayer en Ankara con su homólogo turco, Mevlut Cavusoglu, a quien le propuso cuatro rutas para exportar los cereales: a través de Berdiansk y Mariúpol, puertos actualmente bajo ocupación rusa, Odessa, el único de los propuestos por Rusia bajo control ucraniano, por el río Danubio hacia Rumanía y por ferrocarril hacia Hungría, Polonia y Rumanía. Ucrania ya utiliza las alternativas hacia Europa por vía fluvial y ferrocarril. La que no está pudiendo utilizar es la marítima a causa de la presencia de navíos de guerra rusos en el mar Negro.

Pero las negociaciones no avanzan. Primero, porque ayer no participó ningún representante ucraniano en el encuentro y, segundo, porque Kiev no confía en la «buena voluntad» de Moscú . El portavoz de la Administración regional de Odesa, Serguéi Brachuk, descartó ayer el desminado de las costas, ya que, a su juicio, «en tal caso querrán atacar. Rusia sueña con enviar tropas paracaidistas». «La flota rusa del mar Negro fingirá una retirada hacia la Crimea anexionada. Pero en cuanto desminemos el acceso al puerto de Odessa, aparecerán por aquí», recalcó Brachuk a través de su canal de Telegram.

Desconfianza ucraniana

El ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, declaró el lunes que «el presidente Putin dice que no usará las rutas comerciales para atacar Odesa (...) pero también aseguró que no pensaba invadir nuestro país. No podemos confiar en Putin , sus palabras no valen nada». En cualquier caso, Lavrov prometió ayer que su país «garantizará la seguridad del acceso de los barcos tras el desbloqueo de los puertos y no lo utilizará en interés de la operación especial militar», término con el que las autoridades rusas se refieren a la invasión de Ucrania. Pero Brachuk puso ayer como condición para el desminado que Ucrania reciba de Occidente misiles antibuque y que los convoyes sean escoltados por Turquía y otros países de la OTAN, no por Rusia. Kiev Rechaza también la exigencia de Moscú de que los barcos con cereales puedan ser inspeccionados por navíos rusos a fin de evitar que lleven armas a bordo.

En su comparecencia ante la prensa en compañía de Cavusoglu, Lavrov declaró que «si, como dicen nuestros amigos turcos, la parte ucraniana está dispuesta a establecer un paso seguro de los barcos al margen de las minas, entonces podrá resolverse la cuestión » de la exportación de grano. Pero, salvo promesas que nadie da crédito en Kiev, el jefe de la Diplomacia rusa no habló de la puesta en marcha de ningún mecanismo capaz de eliminar las reticencias ucranianas.

Kuleba respondió ayer a las palabras de Putin, pronunciadas el fin de semana durante una entrevista televisiva en cuanto a que la causa de la crisis alimentaria son los sanciones adoptadas por Occidente contra Rusia, asegurando que «la verdadera causa de esta crisis es la invasión rusa, no las sanciones», opinión que comparten en Washington.

Mientras, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, realiza su propio plan para el desbloqueo de los cereales con la ayuda de Occidente. El presidente ucraniano ya ha hablado con Londres y ayer lo hizo con el canciller alemán, Olaf Scholz. Según el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Hebestreit, ambos dirigentes analizaron por teléfono las variantes posibles para desbloquear la exportación de grano , apartando así la amenaza de hambruna en África y frenando la subida de los precios.

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