Asesino antes que héroe: uno de los hombres que redujo al atacante en el Puente de Londres mató a una joven discapacitada en 2003
James Ford asesinó a Amanda Champion, de solo 21 años, cortándole la garganta y estrangulándola
Usman Khan , de 28 años, ha sido el último protagonista en sembrar el pánico el Londres después de que, este viernes, cerca del puente de Londres, acuchillase a dos viandantes e hiriera a otras tres personas. Aunque la policía acabó con su vida, se han filtrado las imágenes que muestran cómo tres «héroes» consiguen reducir al atacante . Sin embargo, ha salido a la luz que uno de esos valientes ciudadanos resulta ser un asesino en libertad .
« The Mirror » cuenta la historia de James Ford, uno de los hombres que se atrevió este viernes a plantar cara a Usman Khan. Sin embargo, a pesar de haber sido tildado de «héroe», Ford, de 42 años, mató a Amanda Champion, de 21 años, en julio de 2003.
El destino quiso que justo en el día en el que estaba de permiso penitenciario, Ford se cruzara con Usman Khan tras haber sido condenado por asesinato y pasar gran parte de su vida (desde 2004) en la Standford Hill Prison, la cárcel de hombres situada en el condado de Kent. « No es un héroe. Es un asesino en libertad », asegura al diario británico Angela Cox , tía de Amanda, la joven discapacitada a la que Ford le arrebató la vida cortándole la garganta y estrangulándola . Un asesinato que él mismo confesó.
Angela, de 65 años, dijo que estaba «enojada» con su salida de prisión. «Es un asesino en libertad», insiste, al mismo tiempo que asegura que ni ella ni nadie su familia sabían nada acerca de su salida de prisión. «Cualquiera de mi familia podría haber estado en Londres y haberse topado con él», denuncia.
La mujer fue informada por un agente del suceso y le reveló que Ford iba a salir en todos los medios porque había sido grabado por intentar reducir a Usman Khan.
James Ford, según informa «The Mirror», nunca explicó los motivos por los que mató a Amanda. De hecho, dar con el responsable de la muerte de la joven no fue fácil. La policía británica dio con él después de que Ford confesara a un voluntario de la organización benéfica Samaritans el asesinato. Hasta que este hombre no rompió la política de confidencialidad de la organización, dando a conocer la confesión a la policía, no se pudo localizar al asesino de Amanda.
Tras ser condenado, el juez le dijo a Ford: « Lo que hiciste fue un acto de maldad. Claramente tienes interés por lo macabro y también una obsesión con la muerte ».
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