Armin Laschet dimite como líder de los conservadores alemanes tras su derrota electoral

La noticia no es todavía oficial, pero se ha filtrado a medios alemanes que Armin Laschet comienza a dar pasos de retirada . El líder de la CDU ha dicho en una reunión interna de la directiva del partido que quiere evitar una «batalla personal» y que pretende moderar la transición. Se ha referido a una «propuesta conjunta» de la que se desconocen los detalles y de la celebración de un congreso del partido para volver a elegir presidente. «Si va mejor con otras personas, con gusto», han sido sus palabras, «primero el proyecto y luego la persona».

Laschet da este paso obligado por su absoluta falta de respaldo dentro del partido. Ni siquiera le quedan los apoyos de conveniencia. Ni siquiera su delfín, el actual ministro de Sanidad Jens Spahn, está ya de su parte. De hecho, antes de que se aviniese a dejar el cargo, la CDU ya había reservado discretamente la Sala de Exposiciones de Dresde para un congreso del partido que tendría lugar a principios de diciembre. Todos los pesos significativos dela CDU toman posiciones desde hace días para comenzar a dar forma a la sucesión de Merkel

El anuncio significa también que, incluso en el caso de que llegase a darse una 'coalición Jamaica' de conservadores, liberales y verdes, cada día menos probable, Laschet no será quién la lidere. «Cómo irán las cosas en adelante en la CDU es algo que se discutirá en el Presidium y el Comité Ejecutivo Federal. La imagen tenemos que crear ahora es la que estará con nosotros durante los próximos cuatro años», ha abierto el nuevo periodo en el seno del partido el líder del grupo parlamentario Ralph Brinkhaus . Esta misma tarde, a partir de las 19:30, se reúnen los barones, los presidentes regionales de la CDU, para charlar junto a la chimenea, en la representación del estado de Hesse en Berlín, y medir un nuevo equilibrio de poderes entre las familias conservadoras.

Laschet pierde así la batalla por su propia supervivencia , en la que ha luchado desde su fracaso en las urnas, el 26 de septiembre , y en medio de una serie de humillaciones y desplantes por parte de miembros de su partido que hacía ya muy difícil su continuidad. Varios miembros de alto rango del partido habían señalado que los días de Laschet estaban contados e incluso el ministro de Economía, Peter Altmaier, había llamado públicamente a una «rápida realineación en términos de personal y contenido».

Su última oportunidad era construir la posibilidad de una coalición con liberales y verdes desde su posición de segundo candidato más votado y Laschet se aferró a ella como aun clavo ardiente, pero no contó ni con el respaldo ni con el entusiasmo de su partido en ese proyecto. Después de evitar que Laschet fuera elegido jefe del disminuido grupo parlamentario y ocupar el cargo en su lugar, Brinkhaus dijo, a modo de premio de consolación, que Laschet podría participar en cualquier conversación exploratoria sobre una coalición, pero enfatizó que si bien los conservadores están abiertos a las conversaciones, por ahora depende de los Verdes y el FDP decidir qué camino tomar. Markus Soeder, líder de la Unión Social Cristiana (CSU), el partido hermano bávaro de la CDU, también atacó a Laschet dando por muerta la posibilidad de la coalición Jamaica y afirmando que «Olaf Scholz es quien tiene claramente las mejores posibilidades de ser canciller».

Una encuesta realizada por Civey para el periódico 'Augsburger Allgemeine' ha mostrado que el 71% de los alemanes cree que está mal que Laschet reclame la cancillería .