Un hombre pasea junto a un rascacielos en Riad
Un hombre pasea junto a un rascacielos en Riad - REUTERS

Arabia Saudí promociona un modelo de turismo sin bikinis ni alcohol

Las autoridades del país árabe han comenzado a rehabilitar algunas de sus islas en el mar Rojo y el golfo Pérsico para crear un modelo de vacaciones acorde a la ley islámica

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Las autoridades de Arabia Saudí han comenzado a rehabilitar algunas de sus islas en el mar Rojo y el golfo Pérsico, en el marco de un ambicioso proyecto para promover el turismo «halal» (acorde con la ley islámica), que no permite bikinis ni alcohol. «Desde que el rey saudí emitió un decreto (para mejorar el aprovechamiento de las islas) en el año 2006, el interés se ha centrado en rehabilitar en una primera fase unas setenta de un total de 1.200 islas», destacó en declaraciones a Efe el portavoz del Departamento de Turismo y Antigüedades saudí, Mutleq al Harbi.

En ese sentido, este órgano estatal anunció recientemente que ya ha preparado para el «turismo de un día» la isla de Ahbar, situada en el mar Rojo, unos quince kilómetros al oeste de la costa de la región meridional saudí de Yazan.

Para ello, se ha acondicionado un embarcadero, se han abierto cafeterías, restaurantes de pescado, baños y lugares para descansar, y se han habilitado zonas para la práctica del buceo y de la pesca.

Asimismo, Al Harbi destacó que su departamento comenzó hace pocos años la rehabilitación de la isla de Forsan, situada en el mar Rojo frente a la costa de Yazan, para que se convierta «en el primer núcleo de desarrollo del turismo marítimo». «En esa isla hemos acondicionado la aldea Al Qosar, que es un patrimonio cultural que tiene un gran oasis de palmeras; el embarcadero Al Gadir, que recibe a los ferry que zarpan de Yazan; y la playa de Al Faqua, que se destaca por su paisaje espectacular e ideal para los amantes de la pesca», concluyó.

Forsan, con sus 2,3 kilómetros cuadrados y unos 20.000 habitantes, es la mayor de las islas del archipiélago homónimo, ubicado en el mar Rojo, unos 45 kilómetros al oeste de la costa saudí. Por su parte, el guía saudí de turismo, Ahmed Mudjeli, dijo en declaraciones a Efe que él se traslada diariamente a esa isla acompañando a grupos de turistas a bordo de un ferri que zarpa de Yazan, en un viaje que dura alrededor de una hora. «Prefiero trabajar con visitantes occidentales porque a la mayoría de ellos les encanta aprender, y además me gusta ser para ellos la puerta por la que entran a conocer esta parte de mi país», destacó Mudjeli.

El recorrido que efectúa el guía con los turistas dura alrededor de tres horas. «Visitamos varios lugares, entre ellos una ciudadela que data del imperio turco otomano y desde la cual se puede divisar casi toda la isla, e históricas viviendas que reflejan el estilo arquitectónico que usaban sus habitantes», subrayó Mudjeli. Asimismo, lleva a los turistas a la aldea Al Qosar, que incluye un sitio arqueológico compuesto por columnas semejantes a las de la antigua Roma, y un bosque de mangles en Al Qandal. «El recorrido turístico en Forsan concluye generalmente en una de las playas para practicar buceo y otros deportes náuticos, además de la pesca con caña», recordó el guía.

También, la temporada de la pesca del «harid» o pez loro, juega un papel relevante para el desarrollo del turismo en la isla, ya que los isleños efectúan anualmente, en abril, una feria para esa ocasión, en la que los nativos cantan y bailan temas folclóricos. El empeño de las autoridades por promover el turismo en sus islas contrasta con la ausencia de turistas extranjeros que viajen a Arabia Saudí expresamente para visitarlo. Según cifras del Ministerio saudí de Exteriores difundidas en 2014, durante el año 2013 no se otorgó ningún visado de ese tipo.

De los más de diez millones de visados de entrada al país otorgados durante ese año, el 71% fueron para efectuar peregrinaciones religiosas y el resto para desarrollar actividades comerciales y diplomáticas. Frente a esa realidad, Al Harbi respondió que la promoción del turismo que efectúa el Departamento de Turismo y Antigüedades apunta solo a los residentes extranjeros, ciudadanos locales y a los que visitan Arabia Saudí con fines comerciales. «No procuramos atraer actualmente a turistas extranjeros debido a que es imposible otorgar ese tipo de visados para visitar el país», subrayó.

Sin embargo, adelantó que en un futuro cercano cambiará esta situación «ya que hay un proyecto de ley que está sujeto a estudio por parte de los ministerios del Interior y de Exteriores, que autorizará ese tipo de visados, aunque todavía es prematuro hablar de este asunto». En todos las zonas turísticas de Arabia Saudí, el turista extranjero (residente o visitante comercial) debe cumplir estrictamente con la sharía o ley islámica. Ese reglamento prohíbe a las mujeres mostrar sus cuerpos y obliga a los hombres a usar un vestuario un tanto largo y no consumir bebidas alcohólicas.

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