Antonio Tajani, presidente del Parlamento Europeo, este sábado en Roma
Antonio Tajani, presidente del Parlamento Europeo, este sábado en Roma - Reuters

Antonio Tajani, un hombre tranquilo, siempre preocupado por lograr resultados

Al actual presidente del Parlamento Europeo se le ve como un dirigente de estatura, tal vez como un buen futuro presidente de la República italiana

Corresponsal en Bruselas Actualizado: Guardar
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Antonio Tajani, presidente del Parlamento Europeo, es un político tranquilo, infinitamente más preocupado de los resultados que de las gesticulaciones. De hecho, este antiguo periodista y piloto militar es uno de los responsables europeos más discretos del panorama político bruselense, lo que no le ha impedido llevar a cabo prácticamente todos los proyectos que se ha propuesto.

No quiere decir que carezca de ideología, solo que nunca da la impresión de actuar intentando anular al otro. Su acción se basa más en cultivar un arsenal incontable de amistades y buenas relaciones que en la tradicional lucha ideológica. Y eso pese a la pesada carga que supone el haber llegado a este mundo a través del inefable Silvio Berlusconi, que vive sus últimos años como una sombra de la que todo el mundo quiere alejarse

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«Hoy me siento orgulloso de ser europeo», ha escrito en su cuenta de twitter

Fiel a su estilo, en la conmemoración de los 60 años del Tratado de Roma, Tajani no pronunció una palabra más alta que otra, se refirió expresamente a su voluntad de defender al pueblo europeo, al que el Parlamento que preside representa, y nadie pudo sentir que se estaba comportando más como italiano que como europeo.

Si acaso, se le podría haber acusado de nuevo de exhibir sus ilimitadas simpatías hacia España, al mencionar expresamente a Trajano, un emperador que llegó a Roma desde la vieja Hispania como el ejemplo de alguien que no estaba presidiendo un imperio sino una idea, una civilización, un mundo en el que sus ciudadanos comparten los valores esenciales, como sucede ahora en esta Europa que debate ahora su futuro. En su cuenta personal de twitter también lo dejó claro al decir que «hoy me siento orgulloso de ser europeo».

Y, sin embargo, de esa contención, esa claridad simple, se le vio como un dirigente de estatura, tal vez como un buen futuro presidente de la República italiana. El que en su juventud fue partidario de la restauración de la monarquía, ha entendido bien qué significa servir y representar a los ciudadanos respetando las instituciones.

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