Merkel se salta todas las reglas y pide el voto para su partido desde la tribuna del Bundestag

Scholz promete «un paso más en la integración europea» por parte de Alemania

Quién ha ganado las elecciones de Alemania

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Los últimos días de la última legislatura de Angela Merkel van dibujando el final de una significativa etapa para Alemania y para Europa, cobrando casi el carácter de un epílogo. En el último debate sobre el estado de nación, Merkel ha pasado de puntillas sobre la cuestión de mayor actualidad, Afganistán, limitándose a agradecer el trabajo de los soldados alemanes, y ha ignorado las preguntas de la oposición para centrarse en un repaso por todo lo que ha hecho al frente del gobierno durante los últimos 16 años. El objetivo de este repaso no era, sin embargo, presumir de saldo positivo, aunque sin duda podría haberlo hecho. El sentido de la exposición de la retahíla de logros se desveló al final de la lista, cuando basándose en ella concluyó que «no da igual, no es indiferente quién gobierna en Alemania» y se lanzó a pedir el voto para Armin Laschet , su sucesor al frente de la CDU, en las generales del 26 de septiembre.

Después de comprometerse a regañadientes con la campaña electoral, Merkel había aparecido hasta ahora en un par de mítines poco sobresalientes, desde luego nada como pedir el voto desde la tarima de oradores del Bundestag, un atrevimiento poco usual y que ha levantado una airada reacción del resto de los partidos. Los diputados gritaban y abucheaban, alegando que «no es el lugar» y «aquí no se trata de eso», a lo que Merkel respondió, resuelta: « Llevo treinta años formando parte de este pleno y créanme que es de estos asuntos de los que realmente tratamos aquí». En su intervención ha salido a la luz una Merkel peleona que, además de enarbolar los propios logros, ha atacado frontalmente al hasta ahora vicecanciller de su gobierno y ministro de Finanzas, Olaf Scholz, candidato socialdemócrata. Ha aludido a la necesaria coalición de izquierdas en caso de que Scholz gane las elecciones y le ha sacado los colores por unas recientes declaraciones en las que mencionó los «conejillos de indias» en relación a los ciudadanos vacunados. Ha recordado que lo que se decide cuando se hace política económica y política fiscal es cuántos alemanes van a tener o no un empleo y ha terminado llamando a los electores, «en un contexto de incertidumbre por la pandemia, el terrorismo internacional, la digitalización y el emergente poder de China, votar a Armin Laschet como garantía de seguridad».

Scholz, lejos de entrar al trapo de sus acusaciones y dejando también de lado la historia de Afganistán, ha preferido el tono de hombre de Estado y ha comenzado su intervención agradeciendo a la canciller Merkel «todo el fructífero y exitoso trabajo conjunto en estos últimos años». Instalado en la imagen de perfecto sucesor de Merkel, con el que está haciendo bastante daño en las encuestas al candidato Laschet, ha prometido que, si gana las elecciones no habrá más cierres a causa de la pandemia y que su política económica tendrá como objetivo el crecimiento. Ha descalificado las promesas conservadoras de bajadas de impuestos como «no financiables» y a cambio ha ofrecido un aumento del Kindergeld (dinero que reciben las familias alemanas desde que nacen los niños hasta que se independizan del núcleo familiar) y del salario mínimo interprofesional hasta los 12 euros por hora. También ha ofrecido construir 400.000 viviendas al año, aunque se ha mostrado abierto a legislar frenos a las subidas de precios del alquiler, y plazas garantizadas de formación dual para todos los alumnos de 16 años que opten por esta vía. Se presenta como el continuador de Merkel y ciertamente lo es cuando afirma que «la lucha contra el clima debe realizarse como una política industrial; tenemos que hacerla con la industria, no contra ella».

En lo que nos toca más cerca, cabe destacar su discurso europeísta. Scholz ha defendido una Europa fuerte y soberana, siempre del lado de la OTAN y de EE.UU.. «Haremos todo lo posible por aumentar nuestra capacidad en defensa», ha hecho un guiño a la Alianza, y ha asegurado que Alemania seguirá participando en misiones internacionales. «Habrá más decisiones para enviar soldados alemanes al extranjero, desde la convicción de que no estamos solos y de que queremos seguir defendiendo la paz y la libertad». También ha prometido que en la próxima legislatura Alemania dará un paso más en la integración europea. No ha mencionado los eurobonos, pero puede intuirse que por ahí van los tiros. «Alemania es un gran país en el centro de Europa que no puede quedar al margen y que debe responsabilizarse de avanzar en la integración», ha dicho.

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