La primera ministra británica Theresa May
La primera ministra británica Theresa May - EFE

May amenaza a Juncker con ser una «maldita mujer difícil»

La premier acusa las mofas de Bruselas sobre su errática estrategia negociadora

CORRESPONSAL EN LONDRES Actualizado: Guardar
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Theresa May ha amenazado al presidente de la Comisión Europea, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, con convertirse en «una maldita mujer difícil» durante las negociaciones del Brexit. Respondía así a las mofas que ha suscitado en Europa la filtración a un periódico alemán de una cena en Downing Street donde Juncker le plantó cara con dureza y la acusó de «vivir engañada» sobre las consecuencias del Brexit.

La filtración al respetado diario alemán «Frankfurter Allgemeine», que podría llevar la huella del astuto Juncker, era muy dura para May, pues la presentaba como poco preparada para las negociaciones del Brexit y con unos planteamientos bastante ilusos. Según el relato del diario alemán sobre la cena del Número 10, Juncker le plantó sobre la mesa los gruesos volúmenes de los tratados de adhesión de Croacia a la UE y el de libre comercio con Canadá, a modo de ejemplo gráfico de lo compleja que es una negociación comunitaria.

También le espetó que «el Brexit no será un éxito» cuando ella planteó que la ayudasen a «convertirlo en un éxito».

Juncker y el francés Michel Barnier, el jefe negociador europeo, también presente en la cena, se negaron a la petición inglesa de que las negociaciones de salida sean confidenciales. También rechazaron la pretensión de May de resolver atropelladamente en junio el problema de los derechos de los comunitarios residentes en el Reino Unido. Tras la cena, Juncker se declaró muy escéptico sobre la posibilidad de que los británicos puedan lograr con esa actitud un acurdo con la UE, y cifró las opciones en solo el 50%.

El lunes, en un primer momento, May desdeñó la filtración como «cotilleos de Bruselas». Pero la filtración periodística se convirtió en la comidilla de la campaña británica y le valió críticas de la oposición por su «Brexit duro». Además en Bruselas comienza a cultivarse una cierta mofa sobre la falta de preparación de los británicos ante las negociaciones. Guy Verhofstadt, responsable del Parlamento Europeo para el Brexit, bromeó en Twitter sobre el lema electoral de May, «hace falta un liderazgo fuerte y estable, frase que repite cada día una docena de veces. Lo parodió señalando que »un acuerdo de Brexil requiere una compresión fuerte y estable de las complejidades que eso envuelve«.

Ante la polvareda que se ha ido levantando, May respondió finalmente el martes a la tarde, en unas declaraciones a una periodista de la BBC: «Durante la campaña para el liderazgo del Partido Conservador uno de mis colegas me definió como ‘esa maldita mujer difícil’, y la próxima persona que va a descubrir eso será Jean-Claude Juncker«.

Lanzada la puya, buscó también un tono conciliador y explicó que en la cena »hubo muchos puntos en común« y que simplemente se ve que «estas negociaciones serán duras». Además mató al mensajero, asegurando que no recuerda la cena como la ha contado el periódico alemán y repitiendo su desdén de »cotilleos de Bruselas». Pero lo que ha quedado en el ambiente es que a solo tres semanas de que empiecen las negociones de salida, el casillero ya anota un primer resultado: Juncker, 1- May, 0.

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