Alemania retirará la nacionalidad a los miembros de Daesh

El ministro alemán del Interior y la ministra de Justicia han logrado un consenso para quitar el pasaporte a los yihadistas y sus familias, aunque bajo ciertos requisitos

Yihadistas de Daesh sobre un carro de combate en Raqqa Reuters

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Leonora salió de Alemania cuando tenía 15 años para unirse a Daes h en Siria, dos meses después de haberse convertido al Islam. A los tres días de su llegada, se convirtió en la tercera esposa del yihadista Martin Lemke, también alemán y se instaló en la ciudad de Raqa, la capital autoproclamada del Daesh, llevando una vida de ama de casa mientras fuera de los muros de la vivienda tenían lugar crucifixiones y decapitaciones públicas . Cuando las fuerzas turcas se hicieron finalmente con el control de Raqa, Leonora, de 19 años, y sus ya dos hijos fueron a parar a un centro para desplazados gestionado por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), apoyadas por Estados Unidos. Desde allí ha solicitado su repatriación a Alemania. Y posiblemente sea una de las últimas en regresar a su país de origen, tras la decisión que ha tomado el Gobierno alemán. En adelante, Alemania retirará la ciudadanía a combatientes y pertenecientes alemanes de Daesh, como es el caso de esta joven.

El ministro alemán del Interior, Horst Seehofer , y la ministra germana de Justicia, Katarina Barley , han logrado un consenso para quitar el pasaporte a los yihadistas y sus familias, aunque bajo ciertos requisitos. En primer lugar, los combatientes deben tener una segunda ciudadanía y ser mayores de edad. Asimismo, solo perderán la nacionalidad alemana los yihadistas que participen en combates en el futuro y no los que ya han sido tomados prisioneros. Por lo tanto, esta normativa no será aplicada en forma retroactiva. El acuerdo de coalición del Gobierno alemán entre conservadores y socialdemócratas ya fijaba estipular una regulación sobre la retirada de la ciudadanía a combatientes, pero el plan aún no había sido concretado en el marco de la ley.

Donald Trump había exigido que países europeos como Alemania hagan volver a sus ciudadanos que partieron para combatir del lado de la organización terrorista, pero la diplomacia internacional es algo más compleja que un tuit. Sören Schmidt portavoz del Ministerio alemán del Interior, explica que «hasta ahora, todos los ciudadanos alemanes y también los sospechosos de haber combatido en el llamado Daesh, tenían en principio el derecho a volver a Alemania, pero el Gobierno federal no puede realizar trámites jurídicos y consulares para los ciudadanos alemanes detenidos por la disputa armada». Los procesos penales de alemanes en ese país están en manos estatales sirias «ya que las medidas policiales o judiciales no son posibles por falta de la asistencia jurídica necesaria». La embajada alemana en Siria está cerrada desde 2012, por lo que no es posible tratar estos asuntos por vía consular, y en ese limbo habían quedado unos 800 combatientes del Daesh capturados en Siria y sometidos a Juicio. A partir de la aplicación de este acuerdo, todos los que dispongan de doble nacionalidad quedarán varados en Siria para siempre.

El acuerdo permitiría además expulsar de territorio alemán a ciudadanos alemanes que viajaron para entrenarse en campos de Daesh en Siria y que regresaron a Alemania con intención de cometer atentados en este país. Se trata de varios cientos de yuhadistas considerados «potencialmente peligrosos» y que las fuerzas de seguridad alemanas mantienen sometidos a vigilancia.

Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), dirigidas por milicianos kurdos, critican desde hace mucho tiempo que los países europeos sigan sin estar listos para hacer retornar a sus nacionales. «Según informaciones de los servicios de seguridad, hombres y mujeres llevan desde 2013 viajando desde Alemania hacia las zonas de conflicto en Siria e Irak para combatir del lado de grupos terroristas en la yihad», denuncia Sören Schmidt, «su situación legal es poco clara, son muy pocos aquellos sobre los que pesan órdenes de detención o a los que se les ha abierto un sumario». En total son unos 1.050 los islamistas alemanes los que han viajado a Siria e Irak. Casi 200 de estas personas han muerto en alguno de esos países. Alrededor de 300 personas están de vuelta en Alemania.

El problema: aunque las autoridades de seguridad tienen conocimiento de que al menos un centenar de esas personas han combatido activamente en Siria o han recibido una formación para ello, la cuestión de la prosecución penal es complicada. «Incluso cuando los combatientes han sido detenidos en Siria, tiene que demostrarse a su vuelta la participación en una disputa armada en una zona de conflicto. Para emitir una orden de arresto, las autoridades alemanas necesitan información muy sólida sobre el retornado y no es precisamente fácil de conseguir, ya que en estos países las estructuras estatales no funcionan de forma que puedan proveerla eficientemente». A partir de ahora, el párrafo 129b sobre la pertenencia a una organización terrorista podrá aplicarse a organizaciones extranjeras para la retirada del pasaporte. Desde 2015 hay, además, una disposición suplementaria que convierte en delito el simple intento de salir de Alemania con estos fines y hay un precedente, la condena a un joven a dos años y medio de prisión que confirmó el Tribunal Federal de Justicia de Alemania basándose en su simple intención de servir en las filas de Daesh.

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