Alemania quiere reabrir su embajada en Kabul

Fuentes del Ministerio confirman que en este momento se está en estrecha coordinación, especialmente con los socios europeos, sobre este tema

Fachada de la Embajada de Alemania en Kabul AFP

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Hace menos de una semana que el último diplomático alemán despegó en vuelo militar desde el aeropuerto de Kabul, en una de las operaciones más arriesgadas de la BundesWehr en territorio extranjero, y el ministro de Exteriores Heiko Maas ya está pensando en reabrir la Embajada. A punto de terminar una gira por los países vecinos de Afganistán, Maas ha declarado que quiere volver a establecer «pronto» una misión diplomática en la capital, bajo ciertas condiciones. «Si fuera políticamente posible y si la situación de seguridad lo permite, Alemania debería tener nuevamente su propia embajada en Kabul», ha declarado en Qatar. Fuentes del Ministerio confirman que en este momento se está en estrecha coordinación, especialmente con los socios europeos, sobre este tema. Maas también enfatizó que la representación diplomática no significaría el reconocimiento de un gobierno talibán. «Por el momento no se trata de la cuestión del reconocimiento bajo el derecho internacional, sino de resolver problemas muy prácticos», aseguró.

Desde el domingo, Maas ha estado visitando Turquía, Uzbekistán, Tayikistán y Pakistán. Qatar es la última parada desde donde viaja de regreso a Alemania y donde el embajador Markus Potzel está negociando actualmente con los talibanes en Doha sobre la salida de los refugiados de Afganistán. Los talibanes tienen allí su oficina política, que actúa como una especie de Ministerio de Relaciones Exteriores. El Gobierno alemán ha logrado un compromiso de los talibanes, que han prometido cooperar en sus esfuerzos por sacar del país a más de 40.000 afganos que buscan protección. El ministro Maas no ha hablado directamente con los talibanes, pero el negociador Potzel ha sido designado directamente por él. «Hay una gran necesidad de presencia diplomática porque también tenemos muchos problemas en Afganistán», ha justificado, mencionando expresamente a continuación los actuales esfuerzos para sacar del país a exempleados afganos del Ejército alemán y del gobierno federal. «Tendremos que lidiar con este tema durante mucho tiempo. Por eso necesitamos esos contactos», ha explicado. Sin embargo, Maas reconoce que la reapertura de la Embajada dependerá finalmente de las políticas específicas de los talibanes y de la situación de seguridad.

Solo unos pocos países como Rusia, China y Turquía mantienen abiertas actualmente sus embajadas en Kabul. La canciller Angela Merkel también dijo el martes que ha mantenido conversaciones con Francia, Gran Bretaña, Holanda e Italia sobre una posible presencia diplomática en Kabul para poder «establecer conversaciones continuas con los talibanes». «Se trata solo de tener diplomáticos que puedan hablar con los talibanes», ha rechazado cualquier reconocimiento de legitimidad. Merkel ha adelantado que los talibanes trasladarán su presencia de Doha a Kabul en los próximos días y que esperan presentar un gobierno en breve. El gobierno federal exige la formación de un gobierno inclusivo. «Cualquiera que espere que la comunidad internacional ayude también debe ver que la comunidad internacional también exige ciertos requisitos previos para esto», ha declarado el ministro Maas, que asume además que «las negociaciones con los talibanes islámicos radicales son inevitables». En una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores de Qatar, el jeque Mohammed bin Abdulrahman Al-Thani, Maas ha afirmado que «no hay forma de evitar las conversaciones con los talibanes. Uno no puede permitirse la inestabilidad en Afganistán».

El ministro alemán de Exteriores también ha agradecido a Qatar por su ayuda con las evacuaciones de Afganistán. «Qatar ha asumido un papel de liderazgo en las evacuaciones en una situación extremadamente difícil», ha elogiado, recordando que el Estado del desierto también jugó un papel importante en la organización del aeropuerto de Kabul, y suscribiendo las declaraciones del ministro de Exteriores de Qatar, que ha advertido a Europa contra el aislamiento de Afganistán. «El aislamiento no es una respuesta. Pero el reconocimiento no es una prioridad para nosotros», ha dicho el jeque Mohammed bin Abdulrahman Al-Than.

Qatar y los talibanes islámicos radicales han estado en contacto durante años. En 2013, Qatar permitió que los talibanes abrieran una oficina en Doha, también a petición de Estados Unidos, para poder negociar con representantes de la milicia terrorista allí. Ahora Doha sirve de base de operaciones para los diplomáticos alemanes que siguen trabajando en la evacuación de personal afgano. Tras la retirada definitiva de las últimas tropas estadounidenses de Afganistán, la canciller Merkel volvió a recalcar que las evacuaciones del país aún no se habían completado. «Alemania todavía tiene una gran cantidad de personal local que queremos sacar de Afganistán». Merkel calculó el número de personas que han sido burocráticamente admitidas en Alemania pero que aún no salieron de Afganistán supera las 40.000 . «Primero hay que ver cuántos de ellos quieren efectivamente salir del país, eso también dependerá de las circunstancias que creen los talibanes en Afganistán». «Nadie deja su país de origen a la ligera», insiste Merkel, pero debemos dar la oportunidad a tantos refugiados como sea posible de recibir atención humanitaria en territorios cercanos. Por lo tanto, nos involucraremos en la región».

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