Alemania devuelve el desarme a la agenda del Consejo de Seguridad de la ONU

El país asume hoy la presidencia del Consejo de Seguridad retomando la estrategia coordinada junto a la delegación de Francia

El presidente de turno del Consejo de Seguridad, el ministro de exteriores alemán, Heiko Maas, mientras preside una reunión EFE

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Alemania asume hoy la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU, retomando la estrategia de presidencia coordinada junto a la delegación de Francia, y desea devolver a la agenda de la institución las políticas de desarme . Según los puntos previamente acordados por ambas delegaciones, el programa de trabajo de abril estaría enfocado solamente en tres prioridades : el rol de las mujeres en situación de conflictos, las amenazas a la legislación en materia de Derechos Humanos y el combate contra los modos de financiación del terrorismo.

El embajador alemán ante la ONU, Christoph Heusgen, ha confirmado, sin embargo, que también hay un cuarto objetivo, relacionado con los procesos globales de desarme. «Hoy asumimos la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU. Ahora que experimentamos una peligrosa erosión de los tratados de desarme internacionales, volveremos a incluir el desarme en la agenda. Durante demasiado tiempo, el Consejo de Seguridad no ha hablado de ello», ha publicado en su cuenta de Twitter el ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas.

«Hoy asumimos la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU. Ahora que experimentamos una peligrosa erosión de los tratados de desarme internacionales, volveremos a incluir el desarme en la agenda. Durante demasiado tiempo, el Consejo de Seguridad no ha hablado de ello».

Heiko Maas

Ministro alemán de Exteriores

Durante una conferencia sobre el control de armas que tuvo lugar en Berlín a mediados de marzo, Maas adelantó que la ruptura del Tratado INF sobre misiles de alcance medio y corto tendrá consecuencias graves para la seguridad de todos los europeos. A partir del 2 de febrero, EE.UU. suspendió sus obligaciones derivadas de este Tratado, suscrito en 1987 con la entonces Unión Soviética para prohibir los misiles balísticos y de crucero con alcance de entre 500 y 5.500 kilómetros. También Rusia suspendió su compromiso con el Tratado INF, retrocediendo así el mapa de tensión geopolítica a niveles de varias décadas atrás. Alemania se propone ahora que el Consejo de Seguridad se pronuncie al respecto y abra un debate. En declaraciones anteriores, Maas ha culpado a la renuencia de Beijing a convertirse en parte de cualquier acuerdo internacional sobre el tema de contribuir al fracaso de la INF. La negativa de China a negociar las limitaciones de los misiles nucleares de mediano alcance, a su juicio, fue «una de las razones por las que EE.UU. y Rusia ya no quieren atarse de manera unilateral con las Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio».

«China tiene la mano libre, y otros también se están armando: Corea del Norte, Pakistán, India, por ejemplo. Si Beijing se niega a aceptar el control, no tiene por qué ser el final de la discusión. China pertenece a la mesa y tenemos que aumentar la presión allí», ha dicho el ministro alemán, «Occidente debe asegurarse de que el tema vuelva a la agenda política».

El colapso del Tratado INF

En una entrevista a principios de este mes, la ministra de Defensa alemana, Ursula von der Leyen, mencionó que los misiles de alcance medio de China pueden llegar a Rusia, sugiriendo que Moscú podría tener interés en incluir a Beijing en «algún tipo de tratado de desarme». Otros funcionarios alemanes han expresado previamente su preocupación por el colapso del Tratado INF, y el ministro de Economía y Energía, Peter Altmaier, no descarta una nueva carrera de armamentos entre Estados Unidos y Rusia .

Por lo demás, la colaboración franco-alemana propone una nueva forma de actuar en el Consejo de Seguridad y busca fortalecer la voz europea y propiciar intercambios. Heusgen ha insistido en la importancia de que los oradores se concentren en temas operacionales y ofrezcan recomendaciones, así como en la brevedad de las intervenciones. Entre las principales reuniones ha citado las dedicadas al fortalecimiento de la legislación humanitaria, el 1 de abril, a la no proliferación, el día 2, a la misión de ONU en Haití (3 y 12), al rol de las mujeres en las operaciones de paz (11) y la a violencia sexual hacia ellas en situaciones de conflictos (23).

El 29 de abril habrá un debate abierto sobre el Medio Oriente, aunque durante el mes hay varias sesiones sobre ese tema. Francia y Alemania coinciden en la necesidad de realizar reformas en el órgano de 15 miembros para que no pierda su legitimidad, dados los cuestionamientos sobre su composición actual, que no refleja a todos los Estados de Naciones Unidas, pero en su programa para esta presidencia por turno no aparece en la agenda. La última vez que Berlín estuvo representada en este organismo fue en 2012 y durante estos meses, en caso de crisis, Alemania gana considerable peso político global al poder proponer resoluciones y operaciones de intervención militar. La diplomacia alemana aspira además a servir de contrapeso a las políticas de Donald Trump y defender desde esta presidencia un orden mundial basado en normas diseñadas en organismos multilaterales. Alemania pretende ayudar «para que el Consejo de Seguridad esté a la altura de su papel en la gestión de crisis», dijo el ministro alemán en su primer discurso ante la asamblea. Pero la presidencia alemana no ha empezado precisamente con buen pie. Maas aterrizó con retraso de su vuelo transoceánico debido a un nuevo problema técnico en su avión gubernamental y llegó un poco tarde a su primera reunión como Presidente del Consejo de Seguridad.

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