Alemania descarta un «problema estructural de extrema derecha» en sus fuerzas de seguridad

Las autoridades de seguridad federales y estatales registraron 377 casos sospechosos de extremismo en sus propias filas entre principios de 2017 y esta primavera

Congregación en Berlín contra el antisemitismo en 2018 Reuters

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El ministro alemán de Interior, Horst Seehofer, compareció ante los medios el pasado mes de septiembre para reconocer que 29 policías alemanes habían sido suspendidos por pertenecer un grupo de chat que compartía fotografías de Hitler y propaganda racista al menos desde 2012. La existencia de ese grupo, que fue condenada masivamente desde instancias institucionales y políticas, causó la impresión de que la extrema derecha, en forma de grupos neonazis, estaba infiltrada en las fuerzas de seguridad alemanas , punto que ha desmentido hoy el ministro Seehofer, con la presentación de la primera investigación de este tipo que se lleva a cabo en el país. Las fuerzas de seguridad alemanas «no tienen ningún problema estructural de extrema derecha», ha dicho. Las autoridades de seguridad federales y estatales registraron 377 casos sospechosos de extremismo de derecha en sus propias filas entre principios de 2017 y esta primavera, lo que supone «una minoría ínfima si tenemos en cuenta el número de personas que trabajan para ellas».

En los Bundesländer, las autoridades contabilizaron 319 casos sospechosos. El resto corresponde a la policía federal, que puede llevar a cabo varios procedimientos sobre la base de una sospecha , según el derecho disciplinario y penal. Según el informe, también hay 1.064 casos sospechosos en el servicio militar de contrainteligencia de la Bundeswehr. «Cada uno de los casos es demasiado y cada uno de los casos es una vergüenza para Alemania», ha dicho Seehofer, «pero hay que decir también que el 99% de nuestros funcionarios se mueven en el ámbito constitucional».

El informe fue elaborado por la Oficina Federal para la Protección de la Constitución y su presidente, Thomas Haldenwang, ha destacado que el abanico de incidentes registrados es amplio y que las denuncias son muy heterogéneas. Se consideraron casos con características típicas de la extrema derecha los relacionados con el racismo, el antisemitismo o la glorificación del nacionalsocialismo. El presidente de la Policía Federal, Dieter Romann, ha expuesto las estadísticas del estudio que aluden a su departamento, 44 casos sospechosos de los que 24 eran de extrema derecha y 20 de origen racista. «Con más de 50.000 policías federales , esto corresponde a una proporción de menos del 0,09%», ha enfatizado. «Dados estos números, no veo motivos para hablar de ninguna red de extrema derecha en la policía», ha insistido Romann.

«Creo que es un falso enfoque achacar un problema de racismo a la policía o las fuerzas de seguridad , como también lo es negar que hay un problema de racismo», ha valorado el ministro Seehofer, «el enfoque correcto es reconocer que el racismo es un problema social, de la sociedad en su conjunto». Aprovechando la presentación del informe, Seehofer ha hecho un llamamiento al personal de la policía, las oficinas de investigación criminal y la protección de la Constitución para que examinen más de cerca este tipo de casos y los permitan desde dentro sin miramientos, «y así defiendan activamente la Constitución». «Los seguidores pasivos tampoco están permitidos», ha apostillado el ministro.

La publicación de este tipo de informes pretende, por lo demás, poner fin a comportamientos inadmisibles que en el pasado rara vez salían a la luz. En 2020, la exitosa autora de sátira política Idil Baydar, que critica el racismo cotidiano en Alemania , recibió una amenaza de muerte firmada por un supuesto «SS-Obersturmbannführer», que se podría traducir como jefe superior de la unidad de asalto de las Escuadras de Protección nacionalsocialistas, una organización al servicio de Adolf Hitler responsable de la organización del genocidio judío, de terror y muerte. La pista del autor del delito condujo directamente a la Policía del estado federado de Hesse. Desde 2018, varios políticos han recibido correos con amenazas del mismo origen y un presidente de la Policía hubo de renunciar a su cargo. Y no es ningún secreto que en las academias policiales de Berlín y Brandeburgo se multiplican las pintadas con cruces gamadas y lemas islamófobos.

Para el vicepresidente del sindicato policial, Jörg Radek, la respuesta es clara: «No hay racismo estructural en la Policía alemana». «Se trata de casos aislados que a la mayoría le repelen». El Comité Internacional de Auschwitz y el Consejo de los Gitanos de Alemania consideran por el contrario que «los casos hasta ahora revelados hace tiempo que dejaron de poder ser considerados hechos aislados », en palabras del vicepresidente del Comité, Christoph Heubner. «El ultraderechismo en la policía es muy preocupante y no podemos mirar hacia otro lado solo para tratar de evitar una imagen negativa de Alemania en el exterior», añade el presidente del colectivo gitano, Romani Rose.

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