Afganistán vota hoy bajo las balas y la amenaza de fraude

Los talibanes creen que es «una farsa» manipulada por los occidentales

Los trabajadores afganos transportan urnas y material electoral a los colegios electorales en Kandahar EFE

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Afganistán vuelve a las urnas para elegir presidente bajo la amenaza de unos talibanes que consideran los comicios «una farsa» manipulada por las potencias extranjeras. El actual presidente, Ashraf Ghani, aspira a repetir mandato en una jornada que en principio debía haberse celebrado en abril y que se ha postergado en dos ocasiones, en la que su rival más importante volverá a ser Abdulá Abdulá , actual jefe de gobierno. Se repite el pulso vivido en 2014, que acabó con la victoria del primero tras una jornada marcada por las denuncias de fraude. La amenaza talibán se ha plasmado durante la campaña con atentados como el que el día 17 costó la vida a 48 personas que participaban en Charikar, provincia de Parwan, en el primer y único mitin que Ghani ha dado fuera de Kabul. La sombra del fraude y la inseguridad plantean un escenario en el que la participación podría ser inferior al 39 por ciento de hace cinco años, según los medios afganos.

Los datos ofrecidos por la Comisión Electoral Independiente (CEI) muestran que unos 9,6 millones de afganos, un 34,5 % de ellos mujeres, están llamados a votar , pero solo lo podrán hacer en 4.928 de los 7.385 centros electorales situados en áreas bajo control del Gobierno debido a motivos de seguridad. Los centros de votación permanecerán abiertos desde las 7.00 a las 15.00 hora local y «144.146 observadores afganos y extranjeros han sido acreditados, y seguirán de cerca la votación en todo el país», declaró el jefe del secretariado de CEI, Habib Rahman Nang. Las fuerzas de seguridad han preparado un dispositivo en el que desplegarán 72.000 efectivos, según reveló el Ministerio de Interior, y en ciudades como Kabul se ha prohibido el acceso durante todo el día a camiones y furgonetas para reducir el riesgo de atentados.

Las presidenciales de 2014 estuvieron marcadas por las denuncias de fraude, como también lo estuvieron las parlamentarias de hace un año, cuyos resultados oficiales siguen sin hacerse públicos . Ghani, que en 2014 recogió el testigo de Hamid Karzai, aspira a ganar para salir reforzado y coger las riendas de un posible proceso de paz con los talibanes. Tras un atentado en Kabul en el que murió un soldado estadounidense, Donald Trump dio por finalizadas las conversaciones con los insurgentes cuando el acuerdo ya estaba prácticamente cerrado y ahora Ghani, que fue apartado de las nueve rondas de contactos entre Washington y los talibanes en Doha, quiere pilotar un proceso de paz puramente afgano.

La investigadora Ana Ballesteros apunta en el análisis pre electoral elaborado para el Observatorio Político y Electoral del Mundo Árabe y Musulmán (Opemam), que «la repetición de irregularidades, las alegaciones de fraude y una baja participación, producirán una falta de legitimidad y un mandato débil, lo cual afectará la capacidad del gobierno afgano de negociar de igual a igual con los talibanes un futuro acuerdo de paz intra-afgano».

Los insurgentes llamaron al boicot de este «proceso estadounidense bajo el nombre de elecciones». 18 años después del inicio de la invasión de Estados Unidos, los talibanes han ido ganando terreno y ya son 64 los distritos en el país, repartidos en 19 provincias, que el Gobierno de Ghani considera «ingobernables» debido a la amenaza talibán. Algunos de ellos cambian de control de forma temporal cuando el Ejército es capaz de organizar contraofensivas , pero viven en permanente inestabilidad. En todas estas zonas del país no habrá elecciones y el poder lo seguirán teniendo los enviados del emirato talibán.

Además de Ghani, ex economista del Banco mundial y exministro de Finanzas y Abdulá Abdulá, oftalmólogo de formación y ex mano derecha del legendario comandante Ahmad Shah Masud, los afganos pueden elegir entre otros trece candidatos. Los otros dos que más relevancia han alcanzado durante la campaña han sido Gulbudin Hekmatyar, histórico señor de la guerra que ha pasado de ser acusado por Estados Unidos de ser aliado de Al Qaeda y talibanes a optar a la presidencia gracias a un acuerdo de paz, y Ahmad Wali Masud, cuyo mayor mérito es ser hermano del comandante Masud, considerado un héroe nacional por su lucha durante la invasión soviética. La falta de seguridad ha provocado que apenas se hayan celebrados actos de campaña y los candidatos han optado por el formato del video-chat para intentar llegar al electorado de provincias.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación