Kerry se opone al despliegue de fuerzas internacionales en la Explanada de las Mezquitas

El secretario de Estado norteamericano,John Kerry, se mostró hoy contrario en Madrid a una modificación del estatus de la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén y a la presencia de “actores externos” allí, al ser preguntado por una propuesta francesa ante el Consejo de Seguridad de la ONU que aboga por el despliegue de fuerzas internacionales, para contener los últimos brotes de violencia.

En rueda de prensa conjunta con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, el secretario de Estado dijo que no cree que ni Israel ni el Rey Abdalá de Jordania deseen un cambio de estatus.

En la Explanada de las Mezquitas se hallan el templo de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca. Aunque los judíos pueden entrar en el recinto, que está administrado por Jordania, el 'statu quo' que impera desde 1967 veta cualquier rito religioso que no sea musulmán. Los palestinos se quejan de la cada vez mayor presencia judía en esa zona.

Kerry insistió en reclamar contención a todas las partes para frenar la escalada de violencia de las últimas semanas y manifestó que “lo que hace falta es claridad y que todo el mundo entienda lo que queremos decir”. El jefe de la diplomacia estadounidense que regresará esta tarde a Washington volverá dentro de dos días a Europa para reunirse en Berlín con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y posteriormente, tal vez en Ginebra, con el presidente palestino, Mahmud Abbas, para tratar de calmar la actual escalda de enfrentamientos.

Kerry -que defendió el "derecho de Israel a proteger a sus ciudadanos de los actos violentos" aunque remarcó que objetivo debe ser es acabar con la violencia- reconoció que no tiene "expectativas concretas" sobre los resultados de sus encuentros con Netanyahu y Abbas.

Por otra parte, en relación con Siria, Kerry dijo que mantendrá reuniones con representantes de Rusia, Arabia Saudí, Turquía y Jordania, y reiteró que si Rusia interviene en este país para mantener en el poder a Al Assad ello “atraerá a más yihadistas a la lucha y provocará que haya más refugiados y violencia”.