Alekos Flamburaris, miembro de Syriza
Alekos Flamburaris, miembro de Syriza - abc
Elecciones en Grecia/Entrevista con un miembro de Syriza

Flamburaris: «Syriza puede gobernar con fuerzas políticas de diferente ideología»

Ministro de Estado encargado de la coordinación del Gobierno de Syriza, anteriormente trabajó como ingeniero con Pavlo Tsípras, conocido constructor, y desde hace años ha sido el consejero personal de su hijo Alexis

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Ministro de Estado encargado de la coordinación del gobierno de Syriza, el ateniense Alekos Flamburaris es un afable ingeniero que ha solicitado su jubilación. Es ingeniero tras estudiar en la Universidad Politécnica de Graz (Austria) y en la de Tesalónica, y ha trabajado con Pavlo Tsípras, un conocido constructor. Desde hace años ha sido el consejero personal de su hijo Alexis (Tsípras), con quien mantiene una relación muy estrecha.

-¿Cómo ha evolucionado Syriza? ¿Qué cosas han cambiado en este partido desde que tenía un 4% hasta alcanzar un 36%, y después de siete meses en el gobierno?

- Syriza es un partido de la izquierda radical que comenzó a gobernar al país en una situación social y económica muy difícil.

Considero que Syriza es un experimento muy interesante de la izquierda del s.XXI en Europa, un partido democrático, pluralista, realista frente a la actual coyuntura, con fuertes lazos con los movimientos y luchas que surgieron cuando la crisis global financiera golpeó con gran fuerza a nuestro país. Creo que el ascenso electoral gradual de nuestro partido lo enriquece y le aporta ideas y prácticas que la propia sociedad considera fructífera mientras la crisis se agravaba. Cuando tomó las riendas del país Syriza llegó a su «mayoría de edad» bruscamente, hablando en términos políticos, y mantuvo arduas batallas tanto contra el sistema establecido griego como con el europeo. Hoy tenemos mayor conocimiento, experiencia y confianza para futuros desafíos.

-Los acreedores rechazaron durante los siete meses anteriores casi todas las ideas y las iniciativas políticas del gobierno de Tsipras. Él mismo hablaba frecuentemente de la falta de solidaridad. ¿Qué ha cambiado hoy para que el cuarteto cambie su actitud ante un nuevo gobierno radical?

-Estoy de acuerdo con usted en que Grecia sufre actualmente de una falta de solidaridad, algo que Syriza reveló durante el periodo anterior. Un ejemplo característico es la dificultad de muchos gobiernos de comprender la magnitud del problema de los refugiados y de llevar a cabo acciones para ayudar primero a los hombres que sufren y también a los países que reciben a estos flujos de refugiados.

Las políticas de extrema austeridad y las principales líneas del modelo neoliberal aumentan la crisis y marginan a gran parte de la juventud, a los trabajadores y a la llamada clase media. Durante estas condiciones económicas tan adversas hemos tomado iniciativas para aliviar a los sectores de la sociedad mas dañados- afectados, y corregir las injusticias mas flagrantes del pasado. Yo diría que todos los que planearon, tanto en Grecia como en el extranjero, un «paréntesis de izquierda» han fracasado y se dan cuenta de que Syriza continuará desempeñando un papel dominante y protagonista en la escena política.

-Tsipras quiere implementar el memorando que firmó y se declara dispuesto a «ejecutar» un programa paralelo para los mas débiles y para el desarrollo económico del país. ¿Cómo podrá hacer las dos cosas?

-El Acuerdo que firmamos bajo condiciones de asfixia financiera fue el resultado de una negociación muy dura. En el texto siguen abiertas cuestiones específicas y figura explícitamente la posibilidad de encontrar medidas equivalentes. Las iniciativas que he mencionado anteriormente, la ley sobre la crisis humanitaria, el marco fiscal que aprobamos para aliviar a los hogares y empresas muy endeudadas, con el pago en cien plazos para los pagos atrasados al Estado y de las cajas de salud y pensión, la reapertura del ente de radiotelevisión estatal que se cerró de forma golpista, no tuvieron lugar bajo condiciones de normalidad. Nuestro programa gubernamental crea las condiciones sociales y económicas para la mejora constante de los términos del acuerdo y la retirada paulatina de la política de austeridad.

-Se ha constatado en Syriza una importante diversidad de posturas sobre si son necesarias, prohibidas o factibles posibles colaboraciones con otros partidos después de las elecciones. Los españoles siguen con mucho interés los acontecimientos en Grecia. ¿Puede Syriza ser fiel a sus principios y al mismo tiempo gobernar de nuevo con partidos de derechas?

-Syriza ha demostrado que es capaz de gobernar con fuerzas políticas que tienen un punto de inicio ideológico diferente, en base a un acuerdo honesto con orientación claramente progresista. Nuestro presidente, Alexis Tsipras, reafirma en todos los tonos que no cooperará con Nueva Democracia. Todos nuestros miembros coinciden en que no hay margen para una colaboración con partes de un sistema político responsable de la crisis. Yo le puedo asegurar que en caso de que Syriza no obtenga la mayoría absoluta, el país no se quedará sin gobierno.

-¿Le preocupa la subida de Amanecer Dorado?

- El aumento del porcentaje de los partidos xenófobos y de ultra derecha en Europa es un asunto que preocupa a todo ciudadano progresista en Europa.

Amanacer Dorado es una organización criminal nazi. Y para poner al margen el racismo y el odio, Europa debe de desprenderse de las políticas que producen pobreza y desempleo. La ruina social que ha ido dejando la constante austeridad beneficia el nacimiento de esos partidos. Y este es el mensaje que envía Syriza a Europa, el que debe de poner un fin a las políticas que aplastan a los jóvenes de la nueva generación, a los asalariados y a quienes tienen pocos ingresos.

-Usted está muy cerca de Tsipras. La mayoría de la gente ve en el señales de una maduración política, tal vez rápida y brusca. Una mayoría de edad como la que pedían los acreedores. ¿Usted ha constatado tal cosa?

- Pablo Iglesias, de Podemos, dijo que Alexis Tsipras se defendió «como un león en Europa». El discurso de Tsipras en el Parlamento Europeo fue recibido y aplaudido por otros grupos además de los europarlamentario de la izquierda. Una parte de la socialdemocracia europea se ha dado cuenta del callejón sin salida que representan las políticas de austeridad y se inspira con los esfuerzos que se hacen en Grecia. En Francia es muy notable el cambio de la retórica del presidente Hollande y en Gran Bretaña, la victoria de Jeremy Corbyn en el liderazgo del Partido Laboral pone en primera fila las políticas contra la austeridad neoliberalista. En España, Podemos y la Izquierda Unida marcan el camino a la madurez de la nueva izquierda en Europa que vuelve a conseguir grandes audiencias.

-¿Cree que los partidos con discurso radical como Syriza, Podemos, Sinn Fein, entre otros, están trabajando para formar un frente común en la Unión Europea o que cuando llegue la hora de la verdad no pueden superar su agenda?

-Recientemente Syriza libró una difícil batalla con grandes sacrificios. El acuerdo de ajustes que firmó el gobierno griego refleja la formación de fuerzas que existe en Europa. Por primera vez después de la Segunda Guerra Mundial un partido de la izquierda llega al poder en un país europeo y las grietas que ha ocasionado en el «establishment» europeo son conocidas. ¿No le parece a usted que es muy temprano, con sólo siete meses en el gobierno, de hablar de las limitaciones y las oportunidades que puede tener un gobierno de la izquierda y del progreso? Las batallas que le quedan a la izquierda europea por librar están por delante y no detrás nuestro.

-Syriza fue objeto de una gran crítica por la forma en que manejó el problema acuciante de los refugiados. ¿Podría haber implementado una política más efectiva?

-Desde el primer momento Syriza advirtió a la Unión Europea de la importancia del tema de los refugiados y de la necesidad de la inmediata activación de los mecanismos de solidaridad para el reparto justo de las responsabilidades entre los países miembros. Nosotros creamos de la nada centros de acogida y lugares de albergue cuando nos encontramos ante una crisis humanitaria que supera las fronteras del Estado griego. Las fuerzas políticas que están coqueteando abiertamente con la extrema derecha, la xenofobia y el populismo tienen muchos motivos para tergiversar la obra del gobierno sin tomar en cuenta que en el mes de agosto pasaron por nuestro país una oleada de 100.000 refugiados.

Ver los comentarios