El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, junto al primer ministro húngaro, Viktor Orbán
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, junto al primer ministro húngaro, Viktor Orbán - efe

Tusk pide a la UE el reparto de «al menos 100.000 refugiados» de forma «justa»

El presidente del Consejo Europeo ha reclamado a los líderes que «redoblen esfuerzos» para acoger a más personas en sus territorios

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El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha reclamado este jueves a los Gobiernos de la Unión Europea que se repartan «al menos 100.000 refugiados entre los Estados miembro» de forma justa. «La distribución justa de al menos 100.000 refugiados entre los Estados miembro es de hecho lo que necesitamos hoy», ha manifestado el ex primer ministro polaco en una breve comparecencia ante la prensa con el primer ministro húngaro, VIktor Orbán, sin preguntas.

Tusk ha reclamado a los líderes europeos que «redoblen esfuerzos» para acoger a «más refugiados» en sus territorios y ha avisado del riesgo de que «la solidaridad se convierta en un eslogan vacío» y que los países entren «en un nuevo juego de culpas».

Los líderes europeos se han comprometido a acoger a 40.000 refugiados de Italia y Grecia pero de forma voluntaria y no en función de un sistema de cuotas obligatorio

, como propuso la Comisión Europea, aunque hasta ahora, los países sólo se han comprometido a acoger a 32.000 de ellos.

Turquía, un «país seguro»

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha reclamado a los inmigrantes y refugiados procedentes de Turquía que «no vengan» a Hungría porque «Turquía es un país seguro» al ser preguntado sobre la foto del niño sirio muerto en una playa turca que ha conmocionado al mundo. «Lo que es moral desde el punto de vista humano es dejar claro: Por favor, no vengan. ¿Por qué tenéis que venir de Turquía a Europa? Turquía es un país seguro. Quédense allí. Es arriesgado venir. No podemos garantizar que seáis aceptados aquí», ha explicado Orbán, al que se le ha preguntado si tras esta imagen del niño ahogado no es momento de mostrar compasión.

«La cuestión es la responsabilidad. Si creamos la idea o una impresión de simplemente 'vengan porque estamos listos para aceptar a todo el mundo', esto sería un fracaso moral porque este no es el caso», ha añadido en una breve rueda de prensa conjunta con el presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, tras su reunión. Orbán ha insistido en la obligación moral de los Estados miembros de defender las fronteras externas de la Unión y ha incidido en que la normativa europea obliga a registrar a todo inmigrante que llega antes de que pueda abandonar el país. «Estamos cumpliendo la normativa europea», ha zanjado.

«Es mejor para su familia, para sus hijos, para usted, quedarse», ha recalcado Orban. «No nos gustaría falsificar los sueños de la gente», ha aseverado, insistiendo en que «muchos» países de la zona «son seguros», incluido Serbia. Orbán ha justificado además la construcción de una valla en los 175 kilómetros de la frontera que mantiene con Serbia porque «simplemente» no puede controlar que nadie cruce la frontera, preguntado por qué la construyen si Serbia es un país seguro.

«Porque vienen a través de la frontera. Nadie puede cruzar la frontera por norma europea sin ser registrado. Y en una longitud de 175 kilómetros de frontera verde no puedo hacer esto, simplemente», ha replicado el mandatario húngaro.

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