La Policía alemana vigila a los participantes en una manifestación contraria al asentamiento de inmigrantes, en Heidenau
La Policía alemana vigila a los participantes en una manifestación contraria al asentamiento de inmigrantes, en Heidenau - afp

Temor a un nuevo fin de semana violento en Heidenau

Crece la preocupación en Alemania ante el surgimiento de un nuevo terrorismo de extrema derecha

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Este fin de semana habrá nuevamente marchas y manifestaciones en Heidenau, la pequeña ciudad cercana a Dresde que se ha hecho tristemente célebre en todo el mundo por ser uno de los epicentros de la ola de ataques xenófobos contra refugiados que vive Alemania desde hace semanas.

La administración de la localidad sajona había anunciado la prohibición del derecho de reunión ante posibles nuevos disturbios protagonizados por neonazis y miembros de la extrema derecha el pasado fin de semana. Sin embargo, este viernes, un tribunal administrativo de Dresde dictaminó que esa prohibición era ilegal y obligó a levantarla.

La prohibición había sido criticada tanto por los grupos de extrema derecha, que tienen previsto volver a marchar en la ciudad contra la llegada de refugiados durante este fin de semana, como por los partidos con representación parlamentaria y también por movimientos civiles contra el racismo, que consideraban la decisión un paso atrás para intentar mantener la normalidad en Heidenau pese al evidente estado de excepción que se vive en la localidad desde hace días.

“No se puede ceder ni un centímetro para que los radicales derecha decidan qué dirección tomar”, dijo Cem Özdemir, presidente del partido opositor Los Verdes, que visitó este viernes la ciudad.

«Estado de emergencia policial»

¿Y cuál había sido la razón razón oficial que había llevado a la administración de Heidenau a prohibir el derecho a reunión? El “estado de emergencia policial” ante la insuficiente presencia de agentes del orden para hacer frente a un nuevo fin de semana violento. La alcaldía de la ciudad considera que no cuenta con el personal suficiente para asegurar la seguridad de todos los habitantes ni tampoco de los refugiados.

Merkel, que visitó el pasado miércoles Heidenau entre silbidos y gritos de “traidora del pueblo”, prometió que su Gobierno haría todo lo que estuviese en su mano para ayudar a la policía sajona a controlar la situación. Vistas las imágenes dejadas por los radicales de extrema derecha el pasado fin de semana, la pregunta que muchos se hacen ahora es si las medidas tomadas por el Gobierno federal serán suficientes para frenar unos grupos de corte neonazi que parecen sentirse cada vez más fuertes.

Las imágenes dejadas por estos grupos radicales durante los últimos días recuerdan irremediablemente a los diversos pogromos de corte xenófobo vividos en Alemania oriental a inicios de la década contra refugiados balcánicos que huían de la guerra de la antigua Yugoslavia. Otra preocupación de las fuerzas de seguridad germanas, tal y como publica el semanario “Der Spiegel” en su actual edición, es el posible surgimiento de un nuevo terrorismo de extrema derecha como el practicado por la célula NSU (Clandestinidad Nacionalsocialista) la pasada década. La NSU fue responsable de una serie de atentados que acabó con nueve ciudadanos de origen inmigrante y una agente de policía entre 200 y 2006.

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