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Radiografía del credo económico del negociador griego Euclides Tsakalotos

En sus antiguos escritos académicos, el nuevo ministro de Finanzas ya abogó por el chantaje a la Unión Europea

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El nuevo ministro griego de Finanzas, Euclides Tsakalotos, fue presentado a la opinión pública como un «moderado» dentro del gabinete de Alexis Tsipras. Yes cierto que las artes negociadoras de Tsakalotos resultan más amables a sus interlocutores que las de su antecesor, Yanis Varufakis. Sin embargo, desde el punto de vista intelectual, el flamante ministro representa la variante más radical del pensamiento económico de Syriza.

Tsakalotos es un producto de Oxford, donde obtuvo su doctorado en 1989 bajo la dirección del economista polaco Wlodzimierz Brus, un exdirigente del estalinista Partido de los Trabajadores Polacos. Allí, Tsakalotos abrazó los postulados de las juventudes comunistas y del movimiento antiglobalización. A diferencia de Varufakis, calificado de «marxista errático» por sus coqueteos con la heterodoxia, su sucesor es un marxista de formación clásica, según el patrón del estilo ortodoxo de la escuela británica.

El pensamiento de Tsakalotos quedó plasmado en los escritos académicos que el actual ministro publicó cuando aún era un inquieto profesor de la Universidad de Atenas y antes de asumir su primer cargo público en 2012, cuando fue elegido como diputado. En un artículo publicado en mayo de 2012 en «Greek Left Review», el economista se congratuló de la «nueva izquierda helena que ha entendido que una salida de Grecia del euro provocaría tantos problemas a Europa como a Grecia», y consideró que ese peligro para los socios europeos era precisamente «lo que dará al próximo Gobierno griego el poder de negociar».

Tsakalotos no cree que el «Grexit» (salida de Grecia del euro)sea la opción más deseable para Atenas, aunque piensa que, llegado el caso, el Gobierno heleno tendría «una considerable influencia en los términos de la retirada» debido a los riesgos que ese escenario implicaría para la Eurozona. «La estrategia de salida debería ser el último paso para la izquierda griega, y no el primero», escribió.

Como buen marxista, Tsakalotos no cree en el «mito de la excepcionalidad griega» –según él mismo lo definió en otro informe de 2011–, defendido por autores keynesianos como PaulKrugman. No piensa que la crisis helena se deba a un Estado que despilfarró recursos durante años, sino a la falta de controles sobre un «capital especulativo» que habría dañado por igual a todos los países.De ahí su cerrada negativa a aceptar «los diferentes paquetes de austeridad, porque son en gran medida responsables de la crisis por su adhesión a políticas populistas».

Su convicción de que la solución para Grecia está dentro de la UE no le impide tener una mirada hipercrítica del bloque comunitario. «El vaciamiento de la democracia ha sido una característica de la integración europea», publicó. Su anhelo es la transformación de Europa bajo el liderazgo de una izquierda paneuropea que asuma una «estrategia basada en soluciones supranacionales», según escribió en un artículo de 2010 para la Universidad de Atenas. A esa izquierda le reclama «ceder en favor de una soberanía compartida» y gestionada por órganos políticos de alcance regional. Por supuesto, nada de ceder soberanía a Bruselas, tal como exigen los principios fundadores de laUE.

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