Vista de la ciudad de Kobani, destrozada por los ataques
Vista de la ciudad de Kobani, destrozada por los ataques - reuters

El Estado Islámico lanza una nueva ofensiva contra Kobani

Al menos ocho personas han muerto y 35 han resultado heridas en la detonación de un coche bomba en el centro de la ciudad

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El Estado Islámico ha lanzado una nueva ofensiva en la ciudad siria de KobanI, de población kurda, situada en la frontera con Turquía. Al menos ocho personas han muerto y decenas han resultado heridas en la detonación de un coche bomba y los combates entre los yihadistas y las milicias kurdas YPG que defienden la localidad.

«Grupos de combatientes del Estado Islámico conducen por las calles y callejones de Kobani matando a civiles. He visto a una mujer que decía que militantes del EI han irrumpido en su casa y matado a todos los miembros de su familia», afirma Omar Kalo, reportero de la publicación kurda Rudaw, que está presente en Kobane. «Tres coches bomba del EI han penetrado en Kobani.

Uno ha explotado, otro ha sido interceptado antes de detonar, y el tercero está desaparecido», indica.

Lo mismo indica Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos: «El EI ha lanzado un suicida en el área junto al paso fronterizo con Turquía, matando a al menos cinco personas. Intensos combates han estallado después en el centro de la ciudad, y hay cuerpos tirados por las calles», informa.

Kobani ya sufrió el pasado otoño durante varios meses el asedio de los yihadistas, que estuvieron a punto de conquistar la ciudad. Sin embargo, las milicias YPG -vinculadas a la guerrilla kurda del PKK, que opera en Turquía-, apoyadas por voluntarios locales, juraron convertir la localidad en «el Stalingrado kurdo» y luchar hasta el final. A finales de septiembre, ABC pudo dar testimonio de esta resistencia desde el interior de la ciudad.

Finalmente, la llegada de combatientes ‘peshmerga’ desde el Kurdistán iraquí –que aunque escasos en número, poseían armamento antitanque y artillería-, junto a la creciente eficacia de los bombardeos de la coalición internacional, lograron detener el avance yihadista. Desde entonces, los enfrentamientos entre los combatientes del Estado Islámico y las YPG han sido constantes, especialmente en la región de Hasaka, en el noreste de Siria.

Ahora, las tornas parecen haber cambiado. La semana pasada, las YPG lograron hacerse con el control de Tel Abiad, el principal paso fronterizo con Turquía en manos del EI, amenazando peligrosamente las líneas de suministro de los yihadistas, y situándose a apenas 50 kilómetros de Raqqa, su capital en Siria. La ofensiva de hoy contra Kobane, una ciudad en la que residían 400.000 kurdos antes de la guerra, parece ser un intento de obligar a las milicias kurdas a desviar parte de sus efectivos para defenderla, ralentizando así su avance en otras zonas.

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