Bachelet pide la renuncia de sus ministros y antes del sábado decidirá «quiénes se quedan y quiénes se van»

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, anunció por sorpresa este miércoles por la noche que ha solicitado la renuncia a sus 23 ministros y que formará un nuevo equipo de gobierno antes del próximo sábado. Bachelet reveló la información en mitad de una entrevista televisiva con el famoso comunicador Mario Kreutzberger (conocido como «Don Francisco»), en la que reconoció que ha cometidos errores en la gestión de la crisis desatada por casos de corrupción, que además han salpicado a su entorno familiar.

«He considerado hacer una evaluación de la gestión y cuál será el equipo que me acompañará en un nuevo ciclo (…) este es el momento para hacer un cambio de gabinete (…) hace unas horas les pedí la renuncia a todos los ministros.

Me voy a tomar 72 horas para tomar la decisión de quiénes se quedan y quiénes se van», dijo Bachelet. Horas más tarde la presidenta ratificó en su cargo al canciller, Heraldo Muñoz, quien se encuentra en La Haya, donde se realizan los alegatos ante tribunal internacional por la demanda de Bolivia para conseguir una salida al Océano Pacífico.

Cohechos, sobornos...

Bachelet busca dar un nuevo impulso a su administración y sacar al país de la severa crisis de credibilidad y confianza que sufre desde hace seis meses, cuando aparecieron las primeras pruebas de que parlamentarios y ex altos funcionarios públicos han financiado sus campañas políticas al margen de la ley y con dinero otorgado por empresas que, a su vez, han cometido delitos tributarios, cohecho, lavado de activos y pagos de soborno.

Los primeros casos afectaron a la oposición de derecha, que recibió financiación del Grupo Penta. Sus propietarios -Carlos Délano y Eugenio Lavín- estuvieron más de 40 días en prisión y ahora se encuentran bajo arresto domiciliario. Más compleja es la situación del ex viceministro de Minería Pablo Wagner, quien cuando integraba el Gabinete de Sebastián Piñera recibió aportaciones de la empresa durante catorce meses.

Pero en febrero vino el golpe más duro que ha recibido Bachelet, según reconoció ella misma. La prensa reveló que la nuera de la presidenta, Natalia Compagnon, realizó una operación inmobiliaria especulativa para la que solicitó personalmente un crédito a Andrónico Luksic, dueño del Banco de Chile y el principal millonario de Chile. A la reunión con el banquero asistió también el hijo de Bachelet, Sebastián Dávalos. «Fue imprudente que haya asistido a esa reunión», señaló la presidente durante la entrevista.

El ajuste del Gabinete se hizo evidente ante el continuo debilitamiento del ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, quien también se vio salpicado por la sospecha de recibir financiacióno irregular a través de una empresa creada para recaudar fondos para la campaña de Bachelet que, a su vez, recibió aportaciones de Julio Ponce Lerou, controlador de la empresa minera SQM y exyerno del fallecido dictador Augusto Pinochet.

Bachelet espera recuperar la iniciativa política, en un momento en que marca los más bajos niveles de aprobación en las encuestas, y una semana después de anunciar un conjunto de medidas anticorrupción, así como el comienzo de un proceso que permita elaborar una nueva Constitución.