Un momento de la canonización de las víctimas del genocidio armenio en la catedral deEchmiadzin, en Ereván
Un momento de la canonización de las víctimas del genocidio armenio en la catedral deEchmiadzin, en Ereván - afp

Armenia conmemora su genocidio entre la canonización, la ambigüedad y la negación

Erevan celebrará hoy el acto central de los programados en recuerdo de la matanza de un millón y medio de armenios por el Imperio Otomano. En él participarán, junto al presidente Serge Sargsián, líderes como François Hollande y Vladímir Putin

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Después de la celebración de un congreso internacional, para abordar el tema del genocidio armenio, y la canonización ayer del millón y medio de víctimas, en la catedral de Echmiadzin por el Katolikós Gareguín II, el patriarca de la iglesia armenia, hoy tendrá lugar en Ereván, capital de Armenia, el acto central de la conmemoracion de la matanza a manos del Imperio Otomano.

El acto, al que han sido invitados líderes mundiales -François Hollande y Vladímir Putin acudirán- se produce en un clima de gran tensión internacional. Una tensión provocada por el intercambio de declaraciones realizadas en los últimos días por aquellos que respaldan el uso de la palabra «genocidio» para calificar aquellas muertes, y quienes lo niegan: un solo país, Turquía.

Entre estos dos extremos se encuentran los que por intereses estratégicos o comerciales se inclinan en sus declaraciones oficiales por términos más tibios, como masacre o matanza, con el fin de evitar conflictos diplomáticos

Un socio fundamental

Entre estos últimos destaca EE.UU., que ha esquivado la palabra «genocidio» argumentando que considera que «el enfoque que hemos dado en años anteriores sigue siendo el correcto para reconocer el pasado y para nuestra capacidad de trabajar con nuestro aliados regionales en el presente», ha afirmado esta semana Eric Schultz, portavoz adjunto de la Presidencia estadounidense. Una afirmación que pretende allanar el camino a la declaración oficial que realizará hoy Barack Obama y cuyo contenido ya ha trascendido. En ella, el presidente de EE.UU. se referirá al millón y medio de armenios «que fueron masacrados o conducidos a la muerte en los últimos días del Imperio Otomano».

Para el Gobierno de Obama es importante mantener buenas relaciones con Ankara pues Turquía es un socio fundamental en la lucha contra el yihadismo. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, es muy consciente del papel estratégico de su país y no duda en dejar patente la debilidad de cualquier vínculo diplomático si entra en juego el término genocidio.

Un término que Turquía siempre ha rechazado, aunque sí ha reconocido la tragedia de unas muertes, que cifra entre 300.000 y 600.000, sucedidas en el marco de la I Guerra Mundial. Incluso ha llegado a expresar sus condolencias (el año pasado lo hizo Erdogan, y el pasado lunes las reiteró el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu) a los descendientes de las víctimas. Sin embargo, la brecha entre ambos países, Armenia y Turquía, parece lejos de cerrarse.

Alemania decide hoy

Alemania, con tres millones de turcos entre sus población, ha procurado también mantenerse al otro lado de la línea, donde no se pronuncia la palabra genocidio. Algo que puede cambiar hoy. La canciller alemana, Angela Merkel, ha mantenido esta semana una conversación telefónica con Davutoglu en la que le ha informado de la intención del Parlamento alemán de debatir este viernes una propuesta de resolución elaborada por los partidos que forman el Gobierno de coalición -conservadores y socialdemócratas-, en la que por vez primera la matanza de los armenios será denominada genocidio, informa Efe.

Habrá que esperar a ver lo que sucede en el Parlamento, y cómo reacciona Turquía, que durante este mes ya ha llamado a consulta a dos embajadores (el del Vaticano y el Austria) por reconocerlo.

Fueron precisamente las palabras del Papa Francisco el pasado 12 de abril, condenando el «primer genocidio del siglo XX», las que reabrieron la herida y provocaron una polémica que fue alimentada después por declaraciones muy subidas de tono de Erdogan, que calificó de «estupideces» las palabras del Santo Padre. A esto se sumó días más tarde la aprobación de una resolución por parte del Parlamento Europeo instando a Turquía a reconocer el genocidio.

Solo 22 países

No deja de ser curioso que el Parlamento Europeo votara esta resolución por unanimidad, cuando en la actualidad tan solo 14 de los 28 estados que lo componen lo han condenado de manera oficial e individual. España, por ejemplo, hasta el momento no ha reconocido el genocidio. Tan solo 22 países lo han hecho.

Para Erdogan, la resolución del Parlamento Europeo ha sido una provocación más y un ejemplo de «enemistad». El embajador de Turquía en España, Ömer Önhon, criticaba en una entrevista concedida a ABC que «muchos de los parlamentarios que condenan el genocidio no saben siquiera dónde está Armenia». A lo que añadía que en la actualidad, a diferencia de lo que sucede con el Holocausto, Ruanda y Bosnia, ningún tribunal internacional ha condenado a Turquía.

Pero esta no ha sido la única provocación con motivo de este centenario. También lo ha sido, así lo ha entendido Armenia y su embajador en España, Avet Adonts, la organización por parte de Turquía de una celebración paralela conmemorando el centenario de la batalla de Galípoli, que habitualmente tiene lugar en marzo. Para no ser menos, Erdogan ha querido invitar también a algunos de los principales líderes internacionales. Habrá que ver quién va a qué conmemoración. Seguro que Turquía tomará buena nota.

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