Inmigrantes subsaharianos desembarcados en el puerto siciliano de Augusta
Inmigrantes subsaharianos desembarcados en el puerto siciliano de Augusta - reuters

Italia teme la llegada de terroristas entre los inmigrantes

Los partidos de la derecha acusan a Renzi de debilidad ante la crisis

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Italia se siente horrorizada tras conocer los detalles del terrible episodio de los inmigrantes musulmanes que arrojaron al mar a 12 cristianos. Una atrocidad que abre un enconado debate ante un hecho que llevó al fiscal jefe de Palermo, Francesco Lo Voi, a dar la voz de alarma: «Nunca he visto tanto odio religioso, este es un fenómeno muy peligroso para Italia».

Los cristianos supervivientes han relatado el infierno que vivieron en la lancha neumática que partió de Libia con 105 inmigrantes a bordo, casi todos de Senegal y Costa de Marfil: «Los musulmanes eran mayoría; y nosotros, los cristianos, estábamos aterrorizados. Pero nos defendimos. Uno de los ghaneses que arrojaron al mar hirió en el pie a un musulmán, intentó resistir a la desesperada», cuenta Yeboah.

La pelea duró más de una hora y acabó cuando vinó a socorrerlos el buque mercante Ellensborg.

Al analizar los hechos, el fiscal de Palermo subraya: «Hasta ahora los inmigrantes han sido víctimas de traficantes de seres humanos. Pero este enfrentamiento religioso abre un horizonte gravísimo y desconcertante».

Esta última atrocidad ha abierto un gran debate en la sociedad italiana, que teme la llegada de radicales o terroristas y la extensión de la persecución religiosa desencadenada en la otra orilla del Mediterráneo. Las fuerzas políticas del centro derecha han reaccionado con indignación, dirigiendo sus críticas hacia el gobierno, en algunos casos con tonos muy radicales: «El Gobierno Renzi importa fundamentalistas islámicos y usa las naves italianas como taxis para posibles yihadistas. Abre la puerta a criminales y expone el país a gravísimos peligros. Denunciaremos esta actitud vergonzosa del Gobierno Renzi, que amenaza nuestra seguridad, la democracia y nuestras raíces», clamó Maurizio Gasparri (Forza Italia), vicepresidente del Senado. Eleva aún más el tono Giorgia Meloni, líder de Fratelli de Italia, quien pide «el bloqueo naval, la paralización inmediata de los desembarcos de inmigrantes y que se dé prioridad a los refugiados cristianos, a la vista de la persecución que sufren a manos de integristas islámicos».

Una gran cadena de paz

La cadena humana que hicieron en la barcaza los cristianos para salvarse de la furia de los musulmanes lleva al sociólogo y escritor de origen argelino Jaled Fouad Allam a proponer «una gran cadena de paz por toda Europa con cristianos, musulmanes y hebreos dándose la mano, desde Sicilia a Noruega: lo que ha sucedido es muy grave, porque es la señal de que todos pueden ser contagiados por la ideología nazi de los yihadistas del Estado Islámico, un delirio que debe ser parado con iniciativas ciudadanas que obliguen al mundo musulmán a reaccionar».

Varios obispos han dado también la voz de alarma: «Es la primera vez que en una barcaza de inmigrantes se discrimina por la fe. Los conflictos sufridos en algunos países provocan que los cristianos sean asesinados en su tierra y ahora en también en su huida. Hay una escalada de odio hacia los cristianos», afirma el obispo Domenico Mogavero, comisario para la inmigración de la Conferencia Episcopal italiana.

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