Javad Zarif, ministro de Exteriores iraní, en la entrevista con ABC
Javad Zarif, ministro de Exteriores iraní, en la entrevista con ABC - ernesto agudo
Entrevista al ministro de Exteriores iraní

Javad Zarif: «Esperamos que España ayude a acabar con las sanciones a Irán»

Madrid se ha convertido en un actor relevante en la partida diplomática por el acuerdo nuclear

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El reciente preacuerdo de Lausana para impedir que Irán se haga con el arma nuclear ha conmocionado una de las regiones más inestables del planeta. Estados Unidos y las potencias occidentales buscan un pacto final que les termine de convencer de que el régimen de los ayatolás ya no es un peligro. En tanto que Teherán ansía el fin de las sanciones que lastran su economía desde hace años. Ayer, el ministro de Exteriores iraní, Javad Zarif, visitó Madrid para entrevistarse con su homólogo, José Manuel García-Margallo. Desde que se ganó un asiento en el Consejo de Seguridad, la diplomacia española se ha convertido en un actor relevante en este litigio.

-España preside ahora el Comité de la ONU que vigila el cumplimiento de las sanciones.

¿Qué espera que hagan sus amigos españoles?

-Lo que esperamos es que España ayude a terminar con ese Comité. Las sanciones no han dado resultado y ahora debemos cooperar. Todos tenemos que trabajar en ello y Europa tiene que contribuir, no solo económicamente, también políticamente. Si lo hiciera, se abrirían grandes posibilidades para sus empresas, también para las españolas. España era antes uno de los grandes importadores de petróleo iraní. Eso también podría reanudarse y redundaría en un beneficio económico para ambas partes. Fíjense en su propia historia, en la historia europea: es la interacción lo que trae paz y prosperidad, no la confrontación ni las sanciones.

-Se han dado tres meses para alcanzar un acuerdo definitivo, pero el escollo principal sigue siendo cuándo y cómo levantar las sanciones. ¿Cómo superarlo?

-No hay nada que temer de Irán. Nosotros no fabricamos armas atómicas. El nuestro es un programa pacífico. Hemos suscrito el TNP y otros compromisos para evitar la proliferación nuclear y los estamos cumpliendo. Nunca hemos agredido a nadie. Siempre hemos sido gente de paz y se nos puede pedir que firmemos un acuerdo del que estamos cerca, pero lo que no pueden pedirnos es que renunciemos a nuestra dignidad. Si nos entendemos, Irán tomará medidas ese mismo día. La otra parte debe hacer lo mismo.

-Pero muchos actores de la comunidad internacional no se fían.

-Hay quien está interesado en difundir el miedo, en acusarnos de querer fabricar armas. Eso no tiene ningún sentido, ninguno en absoluto. Estamos vislumbrando un nuevo marco y tiene que empezar el mismo día que firmemos el acuerdo, ese ha de ser ser el punto de partida.

-El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha exigido que el acuerdo final reconozca explícitamente el derecho a existir del Estado judío. ¿Lo aceptarían si eso sirve para sacarlo adelante?

-El propio presidente Obama lo ha rechazado, así que no necesito descartar una propuesta ridícula como esa. Déjeme decirle lo que pienso. Nuestro programa nuclear es pacífico, desde su comienzo y ese señor que menciona lo sabe. Si él de veras pensase que somos una amenaza para la existencia del Estado de Israel mostraría alivio ante la posibilidad de que llegáramos a un acuerdo. Lo que pasa es que entonces lo que estaría bajo la lupa sería su propio arsenal atómico. Así que lo que es una amenaza existencial para él es que logremos poner fin a esta crisis, es la paz lo que representa un verdadero peligro para él y por eso está aterrado. La gente no debe darle credibilidad. Irán no tiene la historia de agresiones, violaciones de las fronteras de sus vecinos y de crímenes contra el pueblo palestino que tiene el régimen de Netanyahu. Honestamente creo que la comunidad internacional no debería darle la oportunidad de continuar con su viciosa campaña de intoxicación y mentiras.

-Ahora coincide con los americanos en descartar propuestas israelíes. ¿Ya son ustedes amigos de los Estados Unidos?

- (Sonríe) No puedo llamar a los americanos amigos… No todavía.

-John Kerry intenta neutralizar movimientos en el Congreso hacia un posible veto a un acuerdo entre el presidente Obama y su Gobierno. ¿Les preocupa esa posibilidad?

-Nosotros negociamos con el gobierno estadounidense y hemos alcanzado un acuerdo que debe conducir al fin de las sanciones contra mi país. Para nosotros no son relevantes las cuestiones de la política interna estadounidense o cómo gestionen ellos su país. Lo importante para el pueblo iraní es que, después de que una administración tras otra se haya mantenido durante todos estos años un injusto castigo, hoy tenemos la posibilidad de empezar de cero. El Gobierno estadounidense rendirá cuentas en su país, pero ante el mundo es responsable de sus compromisos y eso pasa por el fin de las sanciones en cuanto tengamos un acuerdo definitivo.

-Si se alcanza el ansiado pacto, ¿mejorarán los derechos humanos y la situación de las mujeres iraníes?

-Todos los gobiernos están obligados a tomar medidas en esta materia. Pero estas negociaciones tienen lugar entre países de diferentes culturas y la del pueblo iraní debe ser respetada. Eso es lo que manda la democracia.

-Otro frente abierto para su país es la guerra en Yemen. Estados Unidos e Israel coinciden en que están alimentando el conflicto.

-Mire, nosotros hemos estado siempre en el lado correcto de la historia, siempre. Hemos contribuido de manera permanente a la estabilidad en la región y no hemos atacado a nadie. Debe recordarse que nunca apoyamos a Sadam, nunca apoyamos a los talibanes, ni a Al Qaida. Esto contrasta con el hecho de que terroristas del Frente Al Nusra en Siria reciben tratamiento médico en hospitales israelíes y el Gobierno israelí lo muestra públicamente. Respecto a Yemen, estamos impulsando iniciativas diplomáticas.

-¿Qué iniciativas?

-Hemos planteado la necesidad de un alto el fuego inmediato como requisito previo a la apertura del diálogo entre los yemeníes. Será muy difícil porque hay actores como Al Qaida, que no responden órdenes de ningún gobierno, pero que de una manera u otra consiguen armamento y financiación.

-Está pensando en Arabia Saudí, ¿verdad?

-Cuando yo tomé posesión como ministro, mi primer artículo lo publiqué, no en un periódico europeo ni estadounidense, sino en el principal diario de Riad. Somos un actor importante en el Golfo, pero se nos intenta aislar. Tenemos que hablar con Arabia Saudí, pero no para decidir el futuro de Yemen. Eso han de hacerlo los propios yemeníes.

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