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Momento del rescate de Louis Jordan en alta mar - reuters
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Así fue el rescate de un navegante que estuvo 66 días a la deriva en alta mar

Salió a pescar y se rompió el mástil de su embarcación. Fue dado por desaparecido por su familia el pasado 29 de enero

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Este viernes, la Guardia Costera de Estados Unidos ha difundido el vídeo en el que se puede ver la operación de rescate de Louis Jordan, el náufrago estadounidense que permaneció a la deriva durante 66 días en el Océano Atlántico después de que a su embarcación se le partiese el mástil y quedase prácticamente inútil para navegar. Dos meses pasaron hasta que un buque petrolero alemán vio a su velero en apuros y acudió a rescatar a su tripulante. Después, el hombre fue evacuado en un helicóptero de la Guardia Costera de Estados Unidos a un hospital. Jordan sobrevivió comiendo pescado crudo y bebiendo agua de lluvia. Una hazaña de resistencia increíble, según apuntan los expertos.

El navegante fue dado por desaparecido por su familia el pasado 29 de enero, y tras diez días de intensa búsqueda los guardacostas finalizaron las labores de rescate sin lograr hallar al naufrago.

Casi dos meses después, Jordan fue divisado la tarde del jueves a unas 200 millas al este del cabo Hatteras, frente a las costas de Carolina del Norte, por un barco carguero alemán, cuya tripulación lo rescató y dio aviso a la Guardia Costera.

Un equipo de los guardacostas recogió en helicóptero al navegante desde el carguero alemán y lo transportó a un hospital de Norfolk, en el estado de Virginia, en donde ingresó con un cuadro de deshidratación y con una lesión en el hombro.

«Mi impresión inicial fue que se encontraba en buen estado, esperábamos algo peor», señaló el oficial Kyle McCollum, integrante del equipo de rescate de Jordan, quien rechazó tratamiento médico en el centro hospitalario y a primeras horas de hoy salió andando por sus propios medios para reunirse con su familia.

Según Pecora, el náufrago logró sobrevivir racionando la comida que tenía a bordo, pescando con una red y acumulando agua cuando llovía. «Durante un largo tiempo estuve muy sediento y estaba casi sin agua, y cada día estaba como 'Por favor Señor, manda algo de lluvia, algo de agua'», relató el navegante al medio WAVY, para luego señalar que cuando ya casi no tenía agua «las condiciones (meteorológicas) fueron perfectas» y pudo recolectar el líquido.

Durante su traslado en helicóptero, el navegante relató a los oficiales de la Guardia Costera que sus dos «mejores aliados» durante los más de 60 días a la deriva en el Atlántico fueron la Biblia, que leyó entera en más de una ocasión, y una manta que uso para protegerse de los rayos solares.

Hasta poco antes de partir hacia alta mar, Jordan vivía en su velero atracado en la Marina Bucksport Plantation en Conway, Carolina del Sur. Según portavoces de la familia, Jordan residirá un tiempo indefinido en casa de alguno de sus progenitores, que están separados.

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