Abu Bakr al-Baghdadi, máximo líder del Estado Islámico
Abu Bakr al-Baghdadi, máximo líder del Estado Islámico - ap
estado islámico

Loretta Napoleoni: «El Estado Islámico sabe que la violencia extrema vende»

La periodista y politóloga italiana presentó en Madrid el libro «El fénix islamista», donde analiza la génesis del EI y las razones que han llevado a su rápida expansión

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«Occidente ha delegado la gestión de la guerra de Siria en sus aliados del Golfo y estos no han gestionado bien la situación. No se puede delegar nuestra política exterior en otros países, porque es algo que nos afecta. El Estado Islámico está muy cerca de Turquía, del Mediterráneo», asegura Loretta Napoleoni.

La periodista y politóloga italiana sostiene que ha sido el conflicto en ese país el que ha permitido que el grupo Estado Islámico se extienda y se fortalezca. «Al-Baghdadi, actual líder el EI, tomó una decisión genial al ir a la guerra civil que tenía lugar en Siria para buscar dinero de los patrocinadores, que procedían de países como Arabia Saudí, Qatar y Kuwait. Y con él reconstituyó el grupo», explicó Napoleoni ayer durante la presentación, en la Casa Árabe, de su libro «El Fénix islamista. El Estado Islámico y el rediseño de Oriente Próximo» (Paidós).

Durante el acto, en el que estuvo arropada por Javier Zaragoza Aguado, fiscal jefe de la Audiencia Nacional de España; Manuel Gómez-Acebo Rodríguez-Spiteri, director general para el Magreb, África, Mediterráneo y Oriente Próximo del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación; y del director general de Casa Árabe, Eduardo López Busquets, Napoleoni explicó las diferencias del EI con respecto a otros grupos terroristas como Al Qaeda, cuyo principal objetivo era Estados Unidos, «muy lejano para la población de Oriente Próximo». Al contrario de lo que le ofrece el grupo liderado por Al-Baghadadi, cuyo afán es la reinsturación del califato. Un objetivo que supone la creación de un Estado que quiere extenderse entre la capital de Irak a Israel. «El próximo objetivo del EI es conquistar Bagdad», señaló.

Este punto demuestra además, que las ambiciones del EI no son solo de carácter religioso sino político. Una política nacionalista que les permita recuperar el territorio y el esplendor del Islam.

Gran desconocimiento

Esto hace que el proyecto del EI se sienta de manera más cercana por una población que está disconforme con los sistemas políticos que la gobierna. Además de subrayar los errores de Occidente, entre los que destacó la ignorancia de los militares, las agencias de seguridad y los periodistas de lo que estaba sucediendo en Siria e Irak; se refirió a los fenómenos coyunturales que han alimentado la reorganización del EI, como la Primavera Árabe «que demostró que la población quería un cambio de regimen, principalmente democrático». Sin embargo, matizó, el proceso ha fracasado en todos los países, excepto en Túnez, «donde el índice que escolarización y de estudios es mayor».

«El EI se presenta a los jóvenes como una experiencia patriótica y anti-imperialista»

Pero la captación de seguidores no se circunscribe únicamente a los países de Oriente Próximo, sino que se extiende a países de Occidente -el propio Manuel Valls ha reconocido que el número de europeos que se podrián afiliar a este grupo podría ascender a 10.000 personas en 2016-. «En estos países los jóvenes musulmanes no llegar a sentirse ubicados. No aceptan la cultura de sus padres pero tampoco la de Occidente. Ahí es donde el EI se presenta como algo suyo, una experiencia patriótica y anti-imperialista».

Napoleoni, que cuando ofreció a su editorial de Nueva York la idea de este libro no fue muy bien recibida -«me dijeron que saldría en ebook, y sería muy pequeño. Hoy el texto ya ha sido traducido a 20 idiomas»-, advirtió que para poder enfrentarse al EI hay que conocerlo y darse cuenta que no tiene nada que ver con otros grupos terroristas: «Tenemos que estudiar el fenómeno como una modalidad nueva, cuya parte más visible son los vídeos de propaganda pero que representa algo mucho más serio, con un programa a largo plazo».

Para la periodista italiana, responsable de títulos como «Economía canalla» o «Democracia en venta», el Estado Islámico es un fenómeno moderno y muy pragmático. Es capaz de utilizar la política del terror, extendida a través de las redes sociales y la sobreexposición metiática de sus crímenes -sabe apreciar que la violencia extrema vende como noticia-, acompañado por el secretismo que rodea a su líder, un programa social y un discurso nacionalista.

«Si el EI, utilizando el terrorismo como medio para hacerse con el control de territorios, y reformas políticas y sociales para ganarse el consenso popular, logra la construcción de un nuevo estado, un estado que el mundo quede obligado a reconocer, habrá demostrado lo que todas las organizaciones armadas reivindican: que sus miembros no son delicuentes sino enemigos empeñados en una guerra asimétrica para derrocar regímenes ilegítimos, tiránico y corruptos», señala Napoleoni en su libro.

Ver los comentarios