Los drones vuelven a «atacar» París

Los drones vuelven a «atacar» París, sin que el Gobierno y sus servicios especiales sean capaces explicar las misteriosas apariciones de vehículos aéreos no tripulados (VANT) que se suceden desde hace semanas sobre la capital, violando todas las normas de seguridad establecidas.

Desde el mes de octubre pasado, más de 60 drones han sido identificados en el cielo de París, volando misteriosamente sobre muchos edificios estratégicos de la capital, el palacio del Elíseo (residencia del jefe del Estado), la Torre Eiffel, los ministerios de Asuntos Exteriores e Interior y la embajada de los EE. UU., en la plaza de la Concorde, entre otros.

La policía ha confirmado que la noche del martes al miércoles fueron identificados, de nuevo, una decena de drones que sobrevolaron el histórico palacio de Versalles, la Torre Eiffel y varios edificios de la periferia en localidades de los suburbios, como Montreuil, Charenton y Vicennnes, a las puertas del este de París.

Según varias fuentes, la policía consiguió «seguir» a uno de los drones, hasta que el VANT terminó descendiendo y recogido, en tierra por cuatro individuos que consiguieron escapar a la policía en un vehículo negro, no lejos del gran parque público de Vincennes.

El gobierno reconoció hace días que se «toma en serio» la «epidemia» de drones que «atacan» regularmente París, desde el mes de octubre pasado. La policía detuvo hace días a varios sospechosos, sin que sus interrogatorios hayan podido desvelar misterios particulares.

Los VANT/drones son fabricados legalmente y pueden comprarse a precios relativamente modestos. Se presta a periodistas y agencias de prensa el uso de drones para conseguir algunas fotografías especiales.

El vuelo de edificios especiales (ministerios, residencia del jefe del Estado, centrales nucleares) puede castigarse con severidad, ya que los drones también pueden ser utilizados con fines militares y criminales potencialmente peligrosos