Apoyo de los manifestantes en París al semanario «Charlie Hebdo»
Apoyo de los manifestantes en París al semanario «Charlie Hebdo» - luis de vega

Las caricaturas de Mahoma alejan más a Rabat de París

Marruecos decidió no estar presente en la gran manifestación contra el terrorismo

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Marruecos, un país clave para Europa en la lucha contra el terrorismo yihadista, estuvo finalmente ausente de la gran manifestación celebrada en París el domingo. La delegación enviada por el rey Mohamed VI, que estaba encabezada por el ministro de Exteriores y Cooperación, Salahedine Mezouar, se limitó a reunirse en el palacio del Elíseo con miembros del Gobierno francés para expresar sus condolencias por los atentados terroristas cometidos en la capital entre el miércoles y el viernes. Todo ocurre en un momento de especial frialdad bilateral.

El Gobierno marroquí esgrimió como motivo la exhibición por parte de los manifestantes de dibujos publicados por un semanario francés. Lo hizo a través de un comunicado del Ministerio de Exteriores y Cooperación en el que se refería a «la presencia de caricaturas blasfemas que representan al profeta».

Efectivamente, las portadas de «Charlie Hebdo», en cuyo atentado murieron doce personas el miércoles, se veían por cientos, puede que por miles, en una manifestación contra el terrorismo a la que acudió más de un millón de personas. La gente elevaba al cielo en señal de apoyo y protesta las famosas caricaturas sobre el islam o el profeta Mahoma de este semanario satírico.

Marruecos tomó la decisión de no acudir a pesar de que la cabecera de la marcha con el más de medio centenar de autoridades de todo el mundo no llevaba lema o pancarta alguna y en todo momento estuvo bien alejada de los cientos de miles de ciudadanos que mostraban esos dibujos.

Perfil bajo de antemano

El reino alauí ya había decidido con anterioridad mandar una delegación a París con perfil bajo a diferencia de otros países. No iba a ir ni el jefe del Estado, el rey Mohamed VI, que apenas se prodiga en salidas al extranjero; ni el jefe del Gobierno, el islamista Abdelilá Benkirán, ni el hermano del rey, Mulay Rachid, al que a veces se le encomiendan este tipo de misiones.

Otros países árabes enviaron representantes del más alto nivel, como Jordania, representada por sus reyes Abdalá y Rania o Palestina con su líder Mahmud Abbas.

Las relaciones bilaterales entre Francia y Marruecos, tradicionalmente estrechos aliados y amigos, no pasan por su mejor momento. A diferencia de años anteriores, Mohamed VI no ha pasado sus vacaciones de fin de año en Francia sino en Turquía, según la Prensa local.

Rabat suspendió la cooperación judicial con París en febrero de 2014. ¿El motivo? Las denuncias por tortura interpuestas desde Francia por una ONG contra el jefe de la DGST, los servicios secretos marroquíes, Abdellatif Hammouchi.

Hammouchi había viajado a Francia el 20 de febrero de 2014 acompañando al ministro del Interior marroquí a una cumbre en la que, además del país magrebí, participaban Francia, España y Portugal.

Siete policías franceses se presentaron entonces en la sede de la Embajada marroquí con la intención de tomar declaración al patrón de los servicios secretos denunciado. Ahí estalló la crisis.

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