Los sentineleses, la desconocida tribu aborigen de la isla más peligrosa del mundo

Los contactos con esta sociedad han sido complicados, ya que tienden a atacar a cualquier visitante que llega a las costas de su hogar, Sentinel del Norte (India)

Imagen tomada desde el aire de un sentineles REUTERS

ABC

En este mundo cada vez más globalizado, cuesta creer que todavía existan sociedades que vivan, de motu propio, al margen de la civilización. Entre las escasas excepciones que se niegan a abandonar su forma de vida, se encuentran los sentineleses. Aborígenes de la pequeña isla -72 km²- de Sentinel del Norte (India), esta tribu, compuesta por unas 40 personas, ha saltado hoy a la palestra tras acabar con la vida de un misionero estadounidense que se había dirigido a la remota isla con el fin de convertir a sus miembros al cristianismo. Y no es la primera vez que ocurre algo así.

Lo cierto es que sobre los sentineleses se sabe relativamente poco. Si uno busca información en Google sobre esta tribu, lo primero con lo que se encontrará es con noticias referentes a los ataques que llevan a cabo contra cualquier intruso que llega a su isla, ubicada en el Golfo de Bengala. En 2006, por ejemplo, acabaron con la vida de dos pescadores que arribaron a sus costas. La desconfianza de sus miembros hace que solo conozcamos unos pocos detalles de su cultura y su forma de vida. Lo que se ha podido ver desde los barcos donde se les estudia, siempre a una prudente distancia. Ni siquiera sabemos como se llaman a sí mismos como tribu.

Se cree que viven divididos en tres pequeñas comunidades . Residen en unas largas cabañas de madera que son comunales, salvo en momentos puntuales en los que ocupan refugios que no cuentan con paredes, pero en los que, por lo visto, puede residir una familia nuclear. A diferencia de otras tribus de la zona, construyen sus propias canoas para salir a pescar, pero lo hacen siempre pegados a la costa ya que no tienen mucho calado y son dirigidas por un largo y fino remo.

Los hombres suelen ir ataviados con collares y cintas en la cabeza. Entre sus armas destacan la lanza y el arco. Son buenos tiradores, y esa es la razón por la que, cuando se les observa desde el mar, se debe estar pendiente en todo momento de no entrar por error dentro de su alcance. La mujeres, por su parte, suelen portar cuerdas atadas alrededor de la cintura, el cuello y la cabeza.

Contactos

A pesar de que en muchas ocasiones se ha hablado de los sentineleses como de una tribu neolítica, diferentes asociaciones dedicadas a la protección de los indígenas señalan que no hay ninguna prueba de que sea así. Por el contrario, se asegura que, probablemente, su forma de vida haya mutado sustanciablemente con el paso de los años. «Ahora utilizan metal que ha sido arrastrado o que han recuperado de barcos hundidos en los arrecifes de la isla. Afilan el hierro y lo utilizan para las puntas de flechas», señala en su página web Survival, una organización que trabaja por los derechos de los pueblos indígenas.

El primer contacto con la tribu tuvo lugar en el siglo XIX , tiempo en el que la India era colonia inglesa. El oficial del Imperio Británico M. V. Portman, fue el encargado de encabezar una expedición a Sentinel del Norte . El militar fue acompañado, además, por miembros de otras tribus, que tenían por objetivo rastrear a los desconocidos indígenas. Tardaron varios días, pero, finalmente, encontraron una pareja de ancianos y algunos niños, a los que llevaron consigo. Según parece, los adultos murieron pronto, posiblemente a causa de alguna enfermedad. Los niños fueron devueltos a su hogar poco después.

Ya a mediados del siglo XX, las autoridades indias comenzaron a prestar atención a la isla y a sus habitantes. De este modo, comenzaron a hacer viajes a la misma de vez en cuando con el fin de entrar en contacto con los miembros de la tribu. Para comenzar con buen pie, optaron por dejar regalos en la orilla de la isla . En una de las expediciones les dejaron dos cerdos y una muñeca. Sin embargo, los sentineleses decidieron matar y enterrar a los puercos junto con el juguete.

Ya en la década de los 80, las autoridades indias comenzaron a realizar viajes a Sentinel de forma cada vez más frecuente. Continuaban tratando de ganar la confianza de la tribu poco a poco, utilizando regalos. Parece ser que los sentineleses a veces respondían con gestos amistosos en la distancia. Sin embargo, otras corrían a coger sus arcos y sus lanzas para atacar a los invasores.

La situación continuó así hasta 1991 , cuando se realizó un enorme avance. Un día, durante la habitual entrega de regalos, los funcionarios recibieron una invitación de los sentineleses para que se acercasen y les entregasen en mano los cocos que les llevaban. Fue la primera vez que los miembros de la tribu salieron al paso de los visitantes sin llevar sus armas . Incluso se metieron en el agua y fueron hacia los barcos para recoger algunos cocos de más. Sin embargo, este aparente acercamiento no duró, y rápidamente se volvió al estado habitual. Algo que provocó que, definitivamente, en 1996 los regalos del Gobierno indio dejasen de llegar a las playas de Sentinel del Norte. Desde entonces, las autoridades solo acuden en momentos puntuales. Ya en 2017, el Gobierno indio promulgó una ley que penaba con severidad (3 años de cárcel) a cualquier persona que saque fotos o filme a los aborígenes.

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