El misterio que la Guerra ruso-japonesa hundió en aguas del Mar del Este

El buque ruso «Dmitrii Donskoi», que según los rumores portaba una fortuna valorada en miles de millones de dólares, participó en la decisiva «Batalla de Tsushima» a finales de mayo de 1905

Fragata imperial rusa «Dmitrii Donskoi», octubre de 1897 Wikimedia Commons

Pablo F. de Mera Alarcón

¿Estaba el « Dmitrii Donskoi », un buque de combate perteneciente a la Armada Imperial de Rusia desde principios de la década de 1880, cargado con una fortuna sin parangón en el momento de su hundimiento? Este misterio responde a una de esas muchas incógnitas que guardan los entresijos de los anales. Resulta difícil dilucidar cuán grande es la parte de verdad y de mito que rodea a este extraño suceso. Empero, un reciente descubrimiento pretende aportar la luz de fidelidad histórica que precisa un acontecimiento sumido durante más de una centuria en el escabroso terreno de lo indescifrable.

El naufragio del navío se encuentra enclavado en la Guerra ruso-japonesa extendida desde febrero de 1904 hasta septiembre del año venidero. Concretamente, en la célebre « Batalla de Tsushima » (mayo de 1905). La flota japonesa interceptó al Segundo Escuadrón del Pacífico, desplazado para prestar apoyo a lo largo de un dilatado viaje desde el Báltico, al que el «Dmitrii Donskoi» había sido asignado. El desigual encuentro entre japoneses y rusos en el estrecho de Corea llevó a los tripulantes de este crucero blindado a hundir su nave y entregarse a los enemigos. Según cuenta la leyenda, lo hicieron para evitar que los nipones se apoderasen del tesoro que llevaban oculto.

En julio del presente año, un descubrimiento del «Shinil Group» vino a aclarar un interrogante embadurnado por la quimera y el rumor en un transcurrir de 113 años. La compañía surcoreana aseveró haber encontrado el bajel perdido en aguas del Mar del Este, a un kilómetro escaso de la isla de Ulleung . De hecho, acompañó el anuncio de varias fotos y vídeos con los que respaldar el hallazgo.

Pero la cosa no quedó ahí. La entidad asiática asimismo afirmó haber avistado un extraordinario secreto: entre los restos del pecio estaría el mítico tesoro del «Donskoi», una fortuna en oro valorada en 132 mil millones de dólares. «El cuerpo del barco estaba gravemente dañado debido a un bombardeo, con la popa destruida, aunque tanto la cubierta como los flancos estaban bien preservados. Dentro detectamos lo que parecían cofres de tesoro, aunque aún no los hemos abierto. Lo haremos dentro de poco», declaraba «Shinil Group» en un comunicado.

Vista lateral del «Dmitrii Donskoi» Wikimedia Commons

La Trafalgar del Pacífico

En el origen de la Guerrra ruso-japonesa se halla el conflicto de intereses cruzados entre Rusia y Japón dada la pretensión de ambos de extender su influencia en el Extremo Oriente . A comienzos del pasado siglo, preocupado por la expansión del imperio zarista, el país nipón ofreció reconocer el dominio ruso de la Manchuria china a cambio de que fuese admitido el suyo respecto a Corea . No obstante, el avance de la «Madre Rusia» sobre la península coreana precipitó el fin de los intentos diplomáticos. Se había llegado a un punto de no retorno.

Japón declaró la guerra a Rusia el 10 de febrero de 1904, dos días después de atacar por sorpresa Port Arthur , base náutica rusa obtenida pocos años antes con la cesión de la península de Liaodong por parte de China. Daba así comienzo una contienda conocida como el último suspiro de una era debido a la importancia determinante de los enfrentamientos navales.

Un ejemplo es la trascendente « Batalla del Mar Amarillo » (10 de agosto de 1904), cuando la flota del almirante Tōgō Heihachirō frustró el intento de huida de su homóloga enemiga desde el estratégico puerto colonial ruso hacia Vladivostok . Otro es el choque que sentenció el proceder de la refriega: la «Batalla de Tsushima».

Con el inicio de las hostilidades se inauguró una sucesión de meses caracterizados por ulteriores fracasos militares de la potencia europea. Las duras y continuas derrotas obligaron al zar Nicolás II a trasladar a su flota del Báltico al teatro de operaciones del Lejano Oriente. Los navíos liderados por el almirante Rozhéstvenski emprendieron un largo camino con el objetivo de auxiliar a la debilitada armada oriental, cuasi derrotada a finales de 1904. Durante el trayecto recibieron la noticia de la rendición de «Puerto Arturo» (enero de 1905), un «gancho» al mentón de la moral rusa. Dos meses después, en lo que fue el último gran combate terrestre de la Guerra ruso-japonesa, caía Mukden , capital de Manchuria -actualmente, de la provincia de Liaoning bajo el nombre de Shenyang-.

Ubicación de la isla de Tsushima, en el estrecho de Corea Google Maps

Como crepúsculo, finalizando el quinto mes de 1905 las aguas situadas entre la península de Corea y el archipiélago nipón vislumbraron el ocaso de la conflagración. Meses después de iniciar un trayecto marcado a fuego con el símbolo del infortunio, los buques de la Armada Imperial que comandaba Rozhéstvenski fueron interceptados por los de Tōgō Heihachirō y hundidos con rapidez. El 27-28 de mayo , la escuadra rusa estaba totalmente aniquilada y las pretensiones colonialistas del zar en el Pacífico enterradas bajo el espeso humo de los cañones japoneses.

La «Batalla de Tsushima» reposa en las crónicas acuñando la categoría de «primer enfrentamiento entre barcos modernos de la Historia» por los cascos acorazados de metal con los que estaban recubiertos los navíos. Otra novedad insólita fue el uso de equipos de comunicación inalámbrica. Incluso se la considera la única «batalla marítima decisiva» ya que Rusia contempló el hundimiento y captura de casi toda su flota frente a las mínimas pérdidas del «país del sol naciente».

La consecuencia más inmediata fue la firma de la Paz de Portsmouth el 5 de septiembre. Auspiciado por Theodore Roosevelt, presidente de los Estados Unidos, el tratado se concretó en la obtención por parte de Japón de la península de Liaodong, Port Arthur incluido, amén de la renuncia a la antigua zona de influencia rusa en Manchuria; el puerto militar ruso de Vladivostok quedaba igualmente aislado. Así mismo, los efectos psicológicos en uno y otro lado no se hicieron esperar.

En el imaginario de la sociedad rusa brotó un sentimiento de ira respecto a la clase dirigente, inmediatamente catalogada como corrupta e inepta. Puede decirse que la derrota que consideraron una gran humillación -Japón siempre fue visto como una nación inferior- es el germen del declive del régimen zarista, el cual sucumbió de manera definitiva con la Revolución Bolchevique de 1917 .

El sentir de los japoneses, como es obvio, se encontraba en las antípodas. El mundo quedó asombrado al toparse con la primera, y a priori inesperada, victoria de un país oriental frente a una potencia occidental. Al tiempo que Japón empezaba a ser tenido en cuenta en el panorama internacional, sus conciudadanos depositaron una confianza ciega en las fuerzas armadas. El triunfo de Heihachirō en Tsushima despertó fuertes sensibilidades nacionalistas, expansionistas y belicistas que marcarían el devenir del Imperio del Japón en las décadas siguientes.

«Batalla de Tsushima» Wikimedia Commons

La controversia

El «Dmitrii Donskoi» intervino en el desastre Tsushima. Al mando de Ivan Lebedev, llegó al estrecho el 27 de mayo como parte de la escolta de retaguardia de un convoy de buques mercantes. Sin sufrir graves daños, pero descolgado del mismo, el capitán decidió poner rumbo a Vladivostok para ponerse a salvo. Sin embargo, no llegó a su destino. Atacado por destructores japoneses y quedando gravemente afectado, Lebedev evacuó a su tripulación y hundió la nave enfrente de la isla surcoreana de Ulleung. El resto es historia. O mejor, leyenda .

Los hay que sostienen que, con la noticia, lo único que pretenden los responsables del descubrimiento es incrementar su valor en bolsa. De hecho, ya en el año 2000 Dong-Ah, otra compañía surcoreana, manifestó ser la primera en encontrar los restos del barco. Resultó ser un fraude, sí, pero fue tal el boom informativo que las acciones de la entidad se dispararon un 70% e incluso se dijo que la tasación del hallazgo podría saldar la deuda de Corea del Sur con el FMI.

A fin de cuentas, lo único que no genera ni un ápice de duda es que la « Batalla de Tsushima » marcó un punto de inflexión en la historia de la humanidad. La relevancia del papel jugado por la URSS y Japón en los acontecimientos históricos posteriores así lo rubrica. La Guerra ruso-japonesa influyó en el cambio político en Rusia y contribuyó a forjar un imperio en el Pacífico, pero... ¿realmente hundió un tesoro compuesto por 200 toneladas de lingotes de oro?

Ubicación de la isla de Ulleung, en el Mar de Japón (Mar del Este) Google Maps
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