El misterio de las caravanas de Montgomery que los expertos no pueden resolver

En una de los vehículos en los que residió, guardado en el Imperial War Museum, escondió una pequeña águila nazi. ¿Por qué?

El mariscal Montgomery, sobre un carro de combate

ABC Historia

Bernard Montgomery fue algo más que un mariscal de campo británico. Fue un verdadero « showman » conocido por sus excentricidades. Hasta dónde llegaría su extraño carácter que, en la actualidad, los psicólogos han estudiado su personalidad en un intento de averiguar si padecía o no algún trastorno relacionado con el autismo. Caprichoso hasta la extenuación, llegó a hacerse con tres grandes caravanas en las que residió durante los momentos previos y posteriores al Desembarco de Normandía : la Gran Cruzada contra el Muro Atlántico de Adolf Hitler .

Estos vagones son un pequeño tesoro que, todavía hoy, pueden visitarse en el Imperial War Museum de Londres . Sin embargo, en su interior guardan muchos secretos; uno de ellos, todavía sin resolver por los historiadores y los expertos. Así lo ha afirmado al diario The Times Jason Caswell, el conservador encargado de los vehículos y el único que puede acceder a su interior. En sus palabras, en una de ellas hay una pequeña águila nazi en el baño que el mariscal veía cuando se aseaba y cuyo objetivo todavía se desconoce.

¿Por qué la puso allí el hombre que venció a Erwin Rommel , el llamado « Zorro del desierto »? Imposible saberlo. Aunque teorías no faltan. Tanto Caswell como John Delaney (jefe de la colección de la Segunda Guerra Mundial en el museo) son partidarios de que es posible que la pegara en el espejo del baño para recordar a su enemigo. No obstante, también barajan la posibilidad de que fuera un adorno del general italiano que ocupó este vehículo antes que él.

El general al que se refieren es Annibale Bergonzoli , conocido por sus abundantes bigotes. Este cedió la caravana al ejército Aliado en febrero de 1941 después de ser emboscado por las fuerzas británicas en Libia. Montgomery se hizo con el vehículo un año después y decidió recubrir las paredes con paneles de madera. Quería usarla como dormitorio y oficina. Fue la primera de las tres que obtuvo. La segunda, todavía más lujosa, la obtuvo de un oficial italiano después de que se rindiera en 1943. La última se construyó según sus especificaciones, y la utilizó para planificar los movimientos de tropas durante la marcha de Normandía a Berlín .

En la actualidad, las tres caravanas se guardan en el Imperial War Museum de Londres. Sin embargo, permanecen cerradas a los visitantes para evitar que su -ya de por sí- mal estado empeore. Para solucionarlo, el museo se ha propuesto reproducir digitalmente su interior mediante una serie de instantáneas en alta definición que permitan a los visitantes hacer un recorrido virtual (y en 360 grados) a través de sus secretos. El proyecto, según ha desvelado el diario «The Times», empezará en las próximas semanas.

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