La gran 'fake news' de nuestra era: cuando el mundo creyó que la Luna estaba habitada por seres inteligentes

La aparición de internet provocó un incremento preocupante en la difusión de las mentiras masivas, pero el periódico ‘The Sun’ ya hizo creer a todo el mundo, en 1835, que se había descubierto vegetación y seres parecidos a los humanos en nuestro satélite

Montaje con una imagen de John Herschel, sobre una de las ilstraciones que se publicó en la prensa de la época

Israel Viana

Desde hace algunos siglos sabemos que la Luna es un lugar inhóspito, aunque en el pasado se haya fantaseado con encontrar vida extraterrestre o, mejor aún, que esta nos visite en la Tierra. En los últimos dos siglos se han producido numerosos avistamientos de OVNIS . Hace unos meses, ABC entrevistó al teniente Alex Dietrich , un piloto de la Armada estadounidense que, en 2004, aseguró haber visto, durante un vuelo en California, varios objetos voladores extraños que descendían y ascendían 24.000 metros en un segundo. Según su relató, eran «del tamaño de un Boeing 737».

En el siglo XIX encontramos más referencias. En 1826, el ‘Diario de Cádiz’, por ejemplo, se hizo eco de un avistamiento en Campo de Criptana, Ciudad Real, que describía el supuesto OVNI como «una resplandeciente tinaja puesta boca abajo que descendía con una ráfaga de humo considerable». El ‘Diario balear’, por su parte, hablaba de «un globo de fuego con una magnitud extraordinaria y forma piramidal que voló hacia la tierra con un movimiento oblicuo».

En mayo de 1851, unos vecinos de la localidad madrileña de Villaviciosa de Odón observaron en el cielo una cruz luminosa delante de la luna que desapareció tras varios minutos de resplandor. En febrero de 1870, el 'Diario de Córdoba' contó otro avistamiento: «En medio de las nubes más densas comenzó a iluminarse la atmósfera y aumentó la intensidad de la luz. El sol rojizo siniestro que presentaba fue causa de que algunos lo considerasen un espejismo producido por la reflexión de un vasto incendio, pero era una versión infundada. A las nueve desapareció por completo, para reaparecer de nuevo a las diez con mucha viveza».

'The Sun'

De entre todas estas noticias sorprendentes, sin embargo, hubo una que causó mucho más revuelo en Estados Unidos, hasta el punto de que se difundió rápidamente por medio mundo y hasta llegó a España. La publicó el diario neoyorquino ‘The Sun’, en marzo de 1835, que informó durante seis días sobre el que podría considerarse el descubrimiento más importante de la historia de la humanidad... de ser cierto. Un matemático y astrónomo inglés llamado John Herschel, aseguraban, había observado vida inteligente en la Luna gracias al potente telescopio que había creado.

John Herschel, en 1867

Este diario no era un periódico cualquiera, sino uno respetado a la altura del 'The New York Times' y el 'New York Herald Tribune'. De ahí que la noticia se extendiera rápidamente por todo Estados Unidos y Europa, haciendo que millones de lectores de otros muchos periódicos se la creyendo. ‘El Español’ se hizo eco de ella en España el 27 de marzo. El titular era claro: ‘Habitantes en la Luna’ . El artículo comenzaba así: «Habiendo llegado a nuestras manos la preciosa e interesante obra ‘Grandes descubrimientos astronómicos’, escrita recientemente por sir John Herschel en cabo de Buena Esperanza e impresa en la Habana, nos decidimos a comunicar a nuestros lectores las importantes noticias que encierra, dignas de llamar la atención de las personas más apáticas e indiferentes».

A continuación anunciaba que, en la noche del 10 de enero de 1935, el mencionado científico había descubierto con su telescopio, en la superficie lunar, «una flor de color encarnado oscuro de forma exagonal, siendo esta la primera producción orgánica de la naturaleza en un mundo extraño en que jamás se fijó la vista del hombre». Y añadía: «La prueba de vegetación demuestra que la Luna tiene una atmósfera formada a la manera de la nuestra, capaz de sostener la vida orgánica y, por consiguiente, también la animal».

«Seres animados»

El bulo de ‘The Sun’ se construyó con sumo cuidado y con todo lujo de detalles. En la primera ya se advertía que «se han visto pequeños grupos de árboles de cuantas especies son imaginables, esparcidos por toda la lujosa extensión del hermoso recinto, de manera que los vidrios de aumento coronaron nuestras ardientes esperanzas al presentarnos seres animados». En los días siguientes el rumor se hizo cada vez más grande y sorprendente.

El gigantesco telescopio de Herschel era el mayor y más preciso que se hubiera visto jamás, tanto que había sido capaz de distinguir insectos en la Luna desde un observatorio de Sudáfrica. Al día siguiente, Herschel ya había divisado flores rojas y una serie de manadas de cuadrúpedos similares a los bisontes, así como otras criaturas anfibias de forma esférica que se desplazaban lentamente sobre las rocas.

El descubrimiento más increíble se produjo en la tercera jornada, cuando captó una gran variedad de vegetación lunar y una especie de castores bípedos que vivían en cuevas y habían llegado a dominar, incluso, el fuego: «Llevan a los niños en brazos como cualquier humano, y sus chozas están mejor construidas y son más altas que las de muchas tribus de humanos salvajes», aseguró ‘The Sun’, que siguió alimentando el embuste. Al día siguiente, estos seres ya se parecían a «humanos con el pelo corto y brillante de color cobre». Al final, el científico acabó distinguiendo un misterioso templo abandonado.

‘La Gran Mentira de la Luna’

Para desgracia de muchos soñadores, el bulo fue descubierto y bautizado en lo sucesivo como ‘La Gran Mentira de la Luna’. Realmente Herschel no tuvo nada que ver, pues nunca vio tales criaturas a través de su telescopio y tampoco escribió nada sobre ello. 'The Sun' lo invento todo y el científico se lo tomó a broma, asegurando que cuando publicase su siguiente ensayo, a los lectores que hubieran leído la noticia les parecería aburrido.

Portada del diario 'The Sun', en 1834

Aunque nunca fue corroborado, el diario neoyorquino comentó que su tirada alcanzaba los 26.000 ejemplares. De lo que no cabe duda es de que esta primera ‘fake news’ –según el término de moda en la actualidad– de la Edad Contemporánea tuvo un éxito indudable dada su difusión.

El fenómeno, sin embargo, no era nuevo. Desde la Antigüedad, verdad y mentira se han mezclado en numerosas ocasiones, creando realidades falsas que han influido en el presente. Ya lo escribió el gran historiador francés Paul Veyne en su ensayo ‘¿Creían los griegos en sus mitos?’ (Granica, 1897): «Los hombres no encuentran la verdad, la construyen, como construyen su historia».

La Luna, a día de hoy, sigue siendo ese lugar inhabitable por su intensa radiación, su falta de atmósfera, los drásticos cambios de temperatura y el polvo abrasivo. Hace dos meses, sin embargo, ABC recogía un estudio reciente que aseguraba que hubo un tiempo en el que sus condiciones fueron más benévolas. Los autores son Dirk Schulze-Makuch, astrobiólogo de la Universidad Estatal de Washington, e Ian Carwford, profesor de ciencia planetaria y astrobiología en la Universidad de Londres, quienes sostenían que nuestro satélite pudo albergar sencillas formas de vida sobre su superficie en un pasado distante .

Según los investigadores, estas etapas buenas para la vida pudieron ocurrir poco después de que la Luna se formara a partir de un disco de escombros hace 4.000 millones de años y, nuevamente, durante un pico en la actividad volcánica lunar hace unos 3.500 millones de años. De ahí a encontrarte humanos de pelo corto encendiendo un fuego en la superficie, antes de ir al templo a rezar, hay un largo camino.

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