Edgar Hilsenrath: escritor rebelde del holocausto

Vendió en Estados unidos 500.000 ejemplares de «Noche», la novela que evoca su vida en el gueto

EFE

Mercedes Monmany

Hijo de comerciantes judíos acomodados y asimilados, el gran escritor en lengua alemana Edgar Hilsenrath fue un sobreviviente del Holocausto . Fuera del canon «oficial» de la literatura alemana de su tiempo, y al modo del insolente y deslenguado alter ego que creó, Jakob Bronsky , Hilsenrath fue siempre un escritor iconoclasta, irrespetuoso, de difícil asimilación a otros escritores de la posguerra que habían pasado por los mismos traumas que él sufrió en el gueto de Czernowitz (en Ucrania) donde fue deportado en 1941 junto a su familia.

Capaz de tratar el tema más trágico -el Holocausto- con la lengua vitriólica e irrespetuosa, o con la picaresca canalla de escritores americanos como John Fante o Charles Bukowski , Hilsenrath no siempre fue bien aceptado y tuvo serios problemas para ser publicado. Descubierto con pasión en Europa con algunas décadas de retraso desde el comienzo de su carrera, se dedicaría a partir de su primera obra, « Noche », a la minuciosa demolición de todas las ideas políticamente correctas, y de una solemnidad deseable, a la hora de encarar la atroz persecución y aniquilación de los judíos en la época de Hitler . Su sentido del humor, considerado como demasiado salvaje, le valió el rechazo de los editores alemanes durante mucho tiempo.

«Noche», que evocaba su vida en el gueto, donde estuvo varias veces a punto de perder la vida, apareció por primera vez en 1966 en Estados Unidos, país al que emigró y en el que pasaría veinte años sobreviviendo míseramente y frecuentando sórdidos garitos rodeado de vagabundos y de todo tipo de perdedores del gran sueño americano. Una etapa (mientras escribía su aterradora experiencia durante la Segunda Guerra Mundial en Europa) que reflejaría ferozmente en su obra « Fuck America » (publicada por Errata Naturae). «Noche» vendería 500.000 ejemplares en Estados Unidos, pero en Alemania tardó en difundirse. Los editores pensaban que podía alimentar el antisemitismo, al mostrar descarnadamente a los judíos perseguidos embarcados en una lucha sin cuartel por la sobrevivencia de cada día.

Su segunda novela, « El nazi y el barbero » (editada en nuestro país por Maeva) sufriría la misma suerte. Sería rechazada por sesenta editores alemanes. La trama giraba en torno a un asesino de las SS que una vez acabada la guerra usurpa la identidad de un amigo judío de la infancia y haciéndose pasar por él se va a Israel. Una novela picaresca, con un despiadado humor negro, que de nuevo sería muy mal recibida por algunos. Otra de sus más conocidas obras, «El cuento del último pensamiento», que recibiría en 1989 el Premio Alfred Döblin, evocaba en esta ocasión el genocidio del pueblo armenio durante la Primera Guerra Mundial . Una masacre jamás reconocida por los turcos, que Hilsenrath trataría de forma paralela al Holocausto.

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