El Hotel Colón de Sevilla vuelve a sus orígenes: de la Expo del 29 al mundo taurino

Volver a brillar a través del reflejo de Sevilla . Es el objetivo que se ha marcado la cadena hotelera Gran Meliá para la joya de su corona sevillana. Y como primera ejecución, y más importante de todas, rebautizarlo con su primitivo, señero y reconocible nombre: Hotel Colón . El de los toreros. El de Aníbal González . El de la Expo del 29 , y el de tantas otras cosas. En definitiva, el de la sevillanía. Por el que no dejaron de pasar Picasso, Dalí o Ava Gadner . El que anoche celebró su reinauguración oficial, presentándose ante la sociedad con una nueva percha, que mantiene y sublima su esencia original .

El Colón bajó su persiana por la pandemia y permaneció cerrado durante un año y medio . La dire cción estimó que aquel parón de la actividad era la ocasión perfecta para r emodelar sus instalaciones y recuperar el sello de identidad que perdió durante la reforma de hace pocos lustros. « El sevillano había dejado de identificarse con el hotel », explican los propios responsables. Había que retornar a lo suyo: a Cristóbal Colón, a la Expo del 29 y al punto de referencia para los taurinos . Reabriendo durante la pasada Feria de San Miguel , con la reforma aún por terminar, para atender al mundillo taurino. Su mundillo, con el que su directora general, Rosana González , se había comprometido. Aunque aún quedara tarea por realizar. La principal: las zonas comunes del establecimiento . La más afectadas por estas modificaciones. Mantiene tal cual la suntuosa escalinata enmoquetada que descubre a la ahora empoderada cúpula original, hecha con miles de cristales de colores , que ejerce como corazón del hotel.

La recepción se ha transformado en un valioso museo taurino , con piezas reconicidísimas por la afición. Trajes camperos de Manuel Rodríguez ‘Manolete’ , un vestido verde botella y azabache de Curro Romero , el vestido de luces con el que debutó Juan Antonio Ruiz ‘Espartaco’ de chiquillo, una montera de Emilio Muñoz , un capote de paseo que perteneció a Cayetano Ordóñez ‘El Niño de la Palma’ , un traje goyesco de Ángel Peralta y el famoso fundón de espadas que le desapareció a Morante de la Puebla en un vuelo a México. Aquel infortunio ocurrió en 2012 y fue muy comentado en el mundillo taurino, sin conocerse el paradero de los estoques durante años. Al parecer, el maestro de La Puebla del Río lo consiguió recuperar hace escasas fechas y, como el resto de artículos de este museo, ha sido donado para su exposición permanente . También se encuentra aquí una guitarra de Paco Cepero y una réplica del traje de flamenca de Lina que lució Grace Kelly en la Feria de Abril de 1966 .

En el punto central del edificio se ha instalado el nuevo Bar Colón , una barra recubierta por un zócalo cerámico artesanal de Triana que, junto con una abacería propia, pretende ser un reclamo tanto para el turismo como para los sevillanos, recobrando el vigor y la popularidad que siempre caracterizaron al establecimiento. Allí fue recibiendo Rosana González a todos los invitados de la gala. Desde el todavía alcalde de Sevilla, Juan Espadas , que llegó flanqueado por el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz , hasta el delegado de la Junta de Andalucía en Sevilla, Ricardo Sánchez . No podían faltar los toreros ( Juan José Padilla y Dávila Miura ), las hermandades (representación de la Macarena, Gran Poder y Esperanza de Triana) y la cultura.

«Con esta reforma hemos intentado recuperar la esencia de nuestro hotel para devolvérselo a los sevillanos . Aquí impera ahora la cerámica de Triana, la feria, la tauromaquia, el flamenco y las cofradías », señaló la directora. También informó que durante este invierno se convertirá su nuevo ‘Bar Colón’ en el nuevo escenario del ‘Icónica Sevilla Fest’ , que entre septiembre y octubre se celebró en la Plaza de España. Anoche fue el comienzo de este ciclo de conciertos con la actuación de Lole Montoya , acompañada por el guitarrista David de Arahal .