Un último 'plantón' de la Princesa Charlène a su marido, Alberto de Mónaco
Cada vez son más fuertes los rumores que dicen que el matrimonio podría estar sufriendo una grave crisis
La ausencia de la Princesa Charlène en Mónaco , desde hace tres meses, relanza un rosario de rumores que varias publicaciones resumen con variantes de la misma sentencia: el Príncipe Alberto II y su esposa pudieran estar «al borde del divorcio».
Unos rumores que hn aumentado después de conocerse la noticia de que la princesa no acudirá a la cita más especial que desde hace años comparte con su marido: la inauguración de los Juegos Olímpicos.
El hijo de Grace Kelly y su mujer son dos apasionados del deporte. Él ha participado hasta en cinco ocasiones en los Juegos Olímpicos de Invierno en competiciones de bobsleigh, y es miembro del COI desde 1985. Por su parte, ella es ex nadadora sudafricana y participó en los JJOO de Sidney con el equipo femenino de relevos en el 4x100 estilos. Y desde que se conocieron, la pareja ha acudido siempre junta a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos.
¿El motivo? la princesa se encuentra desde hace tres meses en África del Sur con sus hijos Jacques y Gabriella (6 años). Charlène abandonó el principado en mayo para viajar en una misión contra la caza furtiva de rinocerontes. El viaje no hubiera tenido mayor transcendencia sino hubiera sido porque la mujer de Alberto de Mónaco sufrió una infección grave por la que tuvo que ser operada de urgencia y, a pesar de la rápida intervención, continua sometida a «múltiples y complicados procedimientos médicos».
El Príncipe Alberto va a ser uno de los 1.000 privilegiados que presencien el próximo viernes 23 de julio la inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 -una lista de asistentes muy limitada debido a las restricciones por la pandemia- y se quedará unos días en el país «para animar a su delegación, formada por seis deportistas que compiten en remo, tenis de mesa, natación, judo y atletismo».
