La última batalla de Javier Santos para ser reconocido como hijo de Julio Iglesias

El abogado del joven recurre al Tribunal Europeo alegando que es mucho más importante la verdad genética que la cosa juzgada

Javier Santos: «Sería un escándalo que la Justicia diera la razón a mi padre»

Javier Santos Gtres
Saúl Ortiz

Saúl Ortiz

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Javier Santos está a punto de hacer historia en su lucha por ser reconocido como hijo legítimo de Julio Iglesias . ABC ha podido tener acceso, en exclusiva, al recurso que en poco menos de diez días el valenciano, representado por el abogado Fernando Osuna, interpondrá ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

En el escrito, la defensa solicita amparo para que se prioricen los derechos fundamentales de Javier y se valide, de una vez por todas, la prueba de ADN que demuestra la consanguinidad . Una certeza genética a la que se consiguió llegar gracias al cotejo de los restos biológicos obtenidos de una botella de Julio Iglesias Jr. con las muestras recogidas del demandante. Además, el recurso se sostiene en once sentencias dictadas por el TEDH y que tumban los fallos dictaminados por los juzgados de los diferentes países.

En conversación con este diario, Osuna reconoce estar esperanzado y muy motivado con este recurso en el que, tal y como ha podido saber ABC, llevan trabajando varias semanas: «Hay que darle tiempo al tiempo pero para nosotros es mucho más importante la verdad genética que la cosa juzgada».

El camino hasta llegar a este momento no ha sido fácil. Aunque las fuerzas han flaqueado en muchos momentos, Javier tiene confianza en la justicia y cree que este recurso puede prosperar. Además de lo ocurrido en el procedimiento judicial, tedioso y descaradamente injusto, cabe reseñar que tampoco ha perdido la esperanza de poder reencontrarse con su padre , mantener una conversación con él y disfrutar del tiempo perdido. No solo por él, sino también por su madre, María Edite, que en la década de los noventa saltó a los medios de comunicación para pedir que Iglesias se responsabilizara e hiciera cargo del hijo que nunca ha querido reconocer.

Los insultos, los desprecios y las vejaciones contra la portuguesa fueron constantes y reiterativos, tal vez porque la sombra de Julio Iglesias era demasiado alargada. Al mismo tiempo en que participó en los programas más importantes de la crónica social, Javier Santos iniciaba una batalla judicial que en primera instancia reconoció la paternidad del intérprete de ‘Soy un truhán, soy un señor’ y que más tarde, para sorpresa de todos, se anularía por un supuesto defecto de forma contra el que no presentaron alegaciones.

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