Rocío Carrasco destapa a Antonio David: «El ser está en esta cadena»

La entrevista a Rocío Carrasco venía precedida de un intenso resumen -trufado de preguntas a modo de cebo- de lo sucedido en su vida y en la de sus familiares desde el estreno de ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’. Esa larga introducción recuperaba los eternos tres minutos y cinco segundos que tardaba Antonio David Flores en reaccionar al ver la ‘promo’ de la docuserie en ‘Sálvame’. Todavía impresiona ver ese momento. El ex guardia civil, demudado, pasaba por todos los estados antes de soltar una pregunta ya mítica: «¿Cuánto le han pagado?» Antonio David soltó chispas: «El documental es una farsa. Si vais a hacer creer a la gente que su verdad es la verdad absoluta, lo va a pasar fatal» , amenazó. «No sabe la que se le avecina». Ni él tampoco, porque fue despedido del programa, producido por La fábrica de la tele, la responsable del fichaje de Rocío Carrasco. Han pasado 314 días del primer episodio y Antonio David, a pesar de la amenazas, no ha presentado denuncia alguna contra su exmujer, que le acusó a través de su relato de maltrato físico y psicológico, así como de violencia vicaria.

Vestida de amarillo, los zapatos violeta a juego con el maquillaje de su sombra de ojos, el mismo color morado de la lucha feminista, Rocío Carrasco no ha esquivado las preguntas sobre el villano de su historia vital: «Ni denuncia ni demanda porque sabe que si voy a un juzgado puedo demostrarlo todo,» sentencia. «Que no esté presente no quiere decir que no esté. El ser está en esta cadena», ha dejado claro tras ver las intervenciones de sus familiares en distintos programas en los que trabajan como colaboradores. «Él sigue trabajando, manipulando, moviendo hilos. Está detrás de esta historia como lo ha estado en todo lo que me ha pasado en esto 20 años, en los que ha puesto a mis hijos por delante». Rocío reconoce que Rosa Benito, Rocío Flores y Gloria Camila son los altavoces de Antonio David Flores. Y entiende que Ortega Cano actúa por miedo: «a lo mejor con él le funciona la coacción. No olvidemos que ‘el ser’ vivió con él cuando yo no estaba allí». Rocío se refiere a las dudas que, en su momento, dejó caer Antonio David sobre la adopción de sus hermanos en Colombia: «Yo no sé lo que pasó, sólo sé que hizo efecto la amenaza». Visto lo visto, no sorprenden las palabras de Rocío Carrasco: «La tortura mía no ha terminado. No ha cesado».