Ramoncín: «Mantengo la sensación de enamoramiento adolescente»
El artista celebra 42 años de carrera musical con una gira de conciertos y un poemario que pronto verá la luz
Ramoncín sigue siendo su nombre de guerra y eso que a sus 66 años José Ramón Márquez ya ha cumplido otros 42 en los escenarios desde que debutara con su primera gira. Padre de cuatro hijos de tres madres, ha sabido encontrar la paz en el seno de su familia y en unas ideas que no han cambiado mucho a pesar del tiempo vivido. Con un disco en proyecto y un poemario a punto de ver la luz, Ramoncín está en plena gira de conciertos con Madrid y Barcelona como próximas citas.
¿Qué se siente cuando se recupera el ritmo de los conciertos en tiempos post pandemia?
Los primeros meses fueron de bloqueo absoluto pero a final de 2020 ya empezamos a ponernos en marcha. Desde diciembre estamos a tope y en plena gira. Durante los días del silencio intenté tener una relación estrecha con mi familia, amigos y los músicos con los que llevo años. Volver a los ensayos con las mascarillas fue algo raro pero hoy es pura felicidad ya que ir a ensayar tiene que ser lo mejor del día.
¿Con 42 años sobre los escenarios quedan ganas de volver a la carretera?
Tuve un momento brutal de duda en el año 92. Mi primera gira fue en el 78 donde hicimos 79 galas en 90 días. Una locura. Pronto entendí que había que apostar por la salud. En el 92 llevaba más discos que años y opté por echar el freno hasta el 96 que regresé.
¿Su salud mental le pidió ese parón?
Estaba cansado y quería hacer otras cosas. Fue estupendo dedicar tiempo a mis hijos, escribí mi diccionario y presenté el programa Lingo.
Tiene su aquel que la temática que abordó en su primer disco esté hoy de actualidad.
No sé si es bueno que los asuntos que cantaba en los 80 puedan cantarse hoy. Ya hablaba de la salud mental, del machismo, de los abusos de Trump, de la homofobia… es triste y estremecedor que sigan pasando los mismos problemas.
¿Cómo es su visión de la vida a una edad en la que muchos se jubilan (que no es su caso)?
Cuando me dicen qué hago para estar igual siempre respondo que las mismas cosas que a los 33. La vida es una rendija de luz entre dos eternidades de oscuridad. Nos tomamos demasiado en serio todo cuando yo suelo repetir que somos muertos de vacaciones. A mi edad acumulas mucha gente que ha desaparecido y entiendes de qué va la vida. Admiro a los que tienen Fe en el más allá pero somos cerebro y cuando se acaba pues adiós.
Padre de cuatro hijos de diferentes edades... hay que adaptarse a todos los gustos.
Cuando Isabel se quedó embarazada teníamos 19 años. Fue el primer y gran acierto de mi vida porque un hijo equilibra mucho.
¿Su hija pudo ser su tabla de salvación en unos años donde mucha gente se perdió en tentaciones nada recomendables?
A nosotros la química no nos iba ya que éramos hippies. Nuestra vida era muy tranquila y nada que ver con la destrucción que se vivió en los años 80 que fue a una generación posterior a la nuestra y los que más sufrieron la heroína.
¿Las rayas no iban con usted?
A mi nunca me hizo falta esas cosas porque siempre digo de broma que debí caer en una marmita de coca nada más nacer por la energía que tengo.
¿Ganas de ser abuelo?
Te aseguro que mi nieto se lo iba a pasar conmigo muy bien. Los hijos son un gran equilibrio. Ni durante las separaciones de sus madres he desconectado con mis hijos. Siempre hemos apostado por lo mejor para ellos. La estructura emocional es la familia. De ahí que nunca me haya alejado mucho de mi barrio.
¿Cómo se apaña para encontrar tiempo para el amor?
Mantengo la sensación de enamoramiento adolescente. En breve, Amalia y yo celebraremos 33 años juntos.
