El pasado de marzo un accidente de coche terminaba con la vida de Álex Casademunt a los 39 años y con muchos proyectos por delante . Desde entonces, la familia busca la forma de superar el dolor ante una tragedia difícil de encajar. Son muchas las muestras de afecto que están recibiendo por parte de seguidores y compañeros que le recuerdan como un hombre lleno de vida que era capaz de arrancar carcajadas con sus ocurrencias. Sin embargo, la ausencia no está siendo fácil para Judit Puig , su novia, que prefiere no realizar declaraciones ante los medios de comunicación.
Protegida y resguardada por su familia, también ha encontrado refugio en los brazos de los Casademunt que están pendientes en todo momento de ella. Aunque está «rota y hundida» porque estaba muy unida a él y a la hija que él tuvo con una pareja anterior, todos han hecho piña en torno a un sufrimiento que no por compartido es más fácil de sobrellevar.
La estrella que conecta con Bruna
El mayor de sus esfuerzos se centra, en cualquier caso, en la pequeña Bruna , de tres años, con la que Álex tenía una conexión muy especial. La familia quiere que el dolor por la pérdida de su padre sea el menor posible y explican que, por alguna extraña razón, ha dejado de preguntar por él: «Siempre que llegaba a mi casa preguntaba por su padre. Hoy me la han traído y no ha preguntado por su papá, pero al salir y ver una estrella ha dicho "ahí está papá" y se ha puesto a cantar», confesó Rosa , madre de Álex al programa 'Juntos' de Telemadrid. Un gesto que también conoce Judit y que, a pesar del difícil momento, le hace creer en la magia.
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