Fue hace unos días cuando Antonio Canales vivió su tarde más surrealista. El bailaor, que había sido fichado por Sálvame para aportar su punto de vista sobre las noticias de la famosfera, era despedido en directo después de que no cumplir con las expectativas. Un anuncio que sorprendió a la audiencia pero que se veía venir porque Canales no parecía cómodo en el formato .
Despojado de polémicas que pudieran dar juego o generar controversia, su papel en el programa de Telecinco era más bien discreto. En ocasiones parecía no coexistir con el resto de los colaboradores y era extraña la ocasión en la que sus comentarios adquirían importancia o repercusión. No es extraño, pues donde realmente brilla y destaca es en los escenarios , donde no tiene competidor.
Molesto con las formas
Fuentes cercanas al bailaor explican a ABC que Antonio se encuentra muy molesto con la actitud del programa . Aunque intuía que el fin se encontraba cerca, se siente ultrajado e insultado por las formas empleadas e insiste en asegurar que él hizo todo lo posible por implicarse en los asuntos que de dispensaban durante las cinco horas de directo. Sin embargo, en conversaciones con sus más íntimos repite como un mantra que le resultaba difícil o casi imposible que le dieran el turno de palabra y que apostaran por otros contenidos.
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