Muere Quique San Francisco: un vividor y gran actor sin método

El actor ha fallecido a los 65 años tras semanas ingresado por una neumonía necrotizante que se complicó con otra cepa bacteriana

Quique San Francisco Gtres / Vídeo: La carrera de Quique San Francisco, en un minuto

Oti Rodriguez Marchante

El actor ha fallecido a los 65 años tras semanas ingresado por una neumonía necrotizante que se complicó con otra cepa bacteriana.

Aparte de 'vividor', con el pertinente entrecomillado que acredita a quienes han exprimido el mundo y el mundillo para bebérselo, Enrique San Francisco ha sido actor, comediante, histrión, y su físico estaba calculado para serlo, con su rostro picassiano, sus ojos en sorpresa como signos de exclamación y su aspecto de recién rescatado de un desastre natural. Se dejó ver pronto en el cine, el teatro y la tele; de niño en películas como la argentina 'Hombres y mujeres de blanco', de Enrique Carreras , o en la asombrosa 'Diferente', de Luis María Delgado . Y era un actor con escuela, la de Jaime Camino en 'Un invierno en Mallorca', la de Pedro Lazaga o la de Javier Elorrieta ('La larga noche de los bastones blancos'), hasta que se cruzó con Eloy de la Iglesia , que pasó a ser un actor de calle, de barrio y de órdago a la vida en su cine quinqui. Y esto le proporcionó, entre el réquiem de aquella modalidad de cine y de existencia, la condición de superviviente.

Su huella en el cine es larga, unas cuarenta películas, aunque no muy profunda, pero trabajó con Berlanga , Fernán Gómez , José Luis Cuerda , García Sánchez , Gutiérrez Aragón , Imanol Uribe , Adolfo Aristaráin , Manuel Iborra , Álex de la Iglesia , Santiago Segura …, y en fin, puso al servicio de ellos y de sus películas todos esos detalles que lo hacían especial y que convertían su escena en un 'aguanís' de chispa y de texto roto por su voz de maza de picapedrero. En la última que participó, '4 latas', de Gerardo Olivares , Quique San Francisco era una especie de coronel Kurtz encamado y en fase terminal, pero derramaba todo ese 'aguanís' en la esencia viajera de la película.

Sus virtudes como 'actor de método' consistían precisamente en no tenerlo: nunca salían de su boca frases que no parecieran suyas y del momento, como si el guion le naciera dentro, y algunas de sus mejores interpretaciones las vertía en el monólogo, el directo o la entrevista, sin red ni tomas previas, donde se manifestaba con una claridad y contundencia impropia del gremio y se ponía tranquilamente a tiro de los cazadores de ideología, que disparan sin punto de mira a lo de enfrente. Y era fácil tenerlo enfrente, pues rezumaba ideología inequívoca: era un ácrata de derechas, muy a la izquierda del PSOE y lejos del pensamiento oficial y único.

Sobre si tenía personalidad, talento y gracia, tal vez quepa alguna peregrina discrepancia, pero nadie podrá negar que un ratito con él, en el cine, el teatro o la tele, no se parecía a ningún otro ratito con cualquiera.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación