Los motivos que han llevado a Mila Ximénez a ser nuevamente ingresada

El ingreso de Mila Ximénez se conocía ayer por la tarde mediante información de la revista '¡HOLA!' Saltaron las alarmas. La periodista lucha contra el cáncer de pulmón y fue ella misma quien comunicó que el tumor se había extendido cuando parecía controlado. Pues bien, para disipar dudas, desde ABC nos pusimos en contacto con Manolo, el hermano de Mila no se separa de ella ni a sol ni a sombra. Idéntico comportamiento observan otros familiares y amigos. Amable y cercano, Manolo nos explicó: «Mila está ingresada realizando unas pruebas de control del proceso. Es un camino que hay que recorrer y confiamos en llegar al final pronto».

A Mila le descubrieron el cáncer casi por casualidad. Hacía días que no se sentía bien pero no dio importancia. Había manifestado sentirse en baja forma y muy cansada. Tenía dolor pero no dejó de cumplir con su trabajo en 'Sálvame' y 'Deluxe'. Cuando fue al médico no tardó demasiado en recibir el diagnóstico: cáncer de pulmón. Se vino abajo pero el equipo oncológico le dio muchos ánimos.

Mila Ximénez no quiso ocultar nada y de ahí que fuera ella misma quien explicara lo que acontecía. Rápidamente, sus amigos de la tele se pusieron a su disposición. Ha sido habitual verla acompañada por Terelu Campos, Raúl Rodríguez, Belén Esteban o David Valdeperas, entre otros. También ha estado junto a ella, Jorge Javier. Forjaron una amistad en los tiempos de '¡Aquí hay Tomate!' que ha seguido hasta nuestros días.

No es exagerado decir que lo mejor que tiene Mila es su familia. Sus hermanos y su hija se han convertido en su roca. Le insuflan fuerzas cuando ella manifiesta sentirse agotada de un camino largo y, en ocasiones, tortuoso. En el caso de Alba Santana , tiene que hacer malabares dado que vive en Holanda y tiene dos hijos. Los bajones suelen ser habituales en los pacientes oncológicos. El tratamiento provoca molestias y a veces es necesario interrumpirlo. Los dolores son fuertes y las articulaciones no responden.

Hace un tiempo, Mila expresó que estaba harta de sufrir y comunicó que no se sentía con fuerzas para iniciar una nueva fase del tratamiento. Para entonces, el tumor se había extendido y la hoja de ruta dependía del resultado de unas pruebas médicas. Estaba baja, muy baja, pasó un mes que apenas pudo salir de la cama. Y ahí estuvieron sus hermanos, su hija y sus íntimos para darle el empujón que necesitaba. Parece que esta segunda fase de la enfermedad marcha por buen camino . Ya avisaron los médicos que habría piedras en el camino, como la que ha hecho que sea ingresada en La Clínica de la Luz, en Madrid.