El mensaje de Charlène de Mónaco a su marido que nadie se esperaba
La mujer de Alberto II quiere acabar con los rumores sobre una crisis matrimonial en el Principado
Los rumores sobre una crisis en el matrimonio entre Charlène y el Príncipe Alberto de Mónaco han sido muchos desde que la princesa monegasca, de 43 años, abandonó el principado en mayo para viajar a su país Sudáfrica en una misión contra la caza furtiva de rinocerontes. El viaje no hubiera tenido mayor transcendencia sino hubiera sido porque Charlène aún no ha vuelto junto a su marido y sus dos hijos, Jacques y Gabriella (6 años).
Según fuentes del Palacio Grimaldi, la Princesa sufrió una infección grave por la que tuvo que ser operada de urgencia y, a pesar de la rápida intervención, continua sometida a «múltiples y complicados procedimientos médicos tras contraer una infección severa en oídos, nariz y garganta en mayo. La operación más reciente fue realizada ayer», anunciaron esta mañana desde el Palacio Grimaldi.
La ex nadadora ha concedido una entrevista en la emisora de radio 'Channel24' para aclarar la situación y hablar sobre esta difícil situación «Fue un momento difícil para mí. Echo mucho de menos a mi marido y ya mis hijos» y añadió «fue extremadamente difícil para mí fue cuando mi equipo médico me comunicó que no podía ir a casa para mi décimo aniversario de bodas. Alberto es el pilar de mi vida y quien me da fuerza , no habría podido hacer frente a este doloroso momento sin su amor y apoyo».
La Princesa Charlène también cuenta con el respaldo de su equipo en la Fundación Sudafricana que hizo un comunicado en el que decía: «Su Alteza está encontrando extremadamente difícil estar separada de su esposo e hijos en este momento. El período de recuperación es largo y doloroso» sin embargo, no es posible realizar el viaje porque «podría en riesgo el exito de las operaciones».
«El camino que tiene por delante es largo y doloroso», prosigue el comunicado. «El equipo de la Fundación Sudafricana se esfuerza por garantizar que Su Alteza se mantenga de buen humor mediante la implementación de los proyectos para los que vino originalmente a Sudáfrica».
