María José Suárez encuentra novio en su pasado
La miss vive un noviazgo con Álvaro Muñoz Escassi
Lunes
María José Suárez , una miss que ha ido a más, vive en noviazgo con Álvaro Muñoz Escassi . Esta novedad es una reliquia actualizada, porque ya tuvieron vínculo, hace años. María José viene de separarse de Jordi Nieto, después de tres años de matrimonio, y otros tres de noviazgo. No se han separado por lo criminal, sino todo lo contrario. Es civilizada cosa esto de darse el adiós con cortesía, y hasta entusiasmo, como civilizada cosa, y también infrecuente, es regresar a un amor del pasado, para buscar el futuro. María José nos cae. María José puede ser también Mariajo, según abreviatura alegre de los suyos. Y Mariajo, o la Suárez, es una torre de morenía, un perfil de sultana, una sirena con buenas piernas del oro de Andalucía, que suele dar muchas piernas de sirenas de oro tinto. María José Suárez es una Miss España a la que titularon no para una temporada, sino para toda una vida, porque sigue siendo miss, o sea, más, o sea, mucho más, tras tantos años desde que ganó aquel certamen histórico de belleza. María José ya arrastra biografía , o sea, calendario, pero eso da igual, porque tiene lámina de juventud, todavía, y una alegría que aún le aguapa más su hermosura de maniquí criada a la vera del Guadalquivir. Yo creo que es María José Suárez de las pocas misses que han sabido sacarle carrera a lo suyo, y ahí la tenemos, trabajando sin dar una queja, y yendo y viniendo a los álbumes de las revistas, porque orilla un marido, porque gana un novio, aunque estas vertientes de la fama más bien le gustan poco. Nada, si me apuran. En la lejanía, sostuvo amores con bomberos de oficio y guapos de mancuerna. Hasta tronó en las portadas por un noviazgo con Feliciano López. Hubo un tiempo en que ser miss, en España, daba para ir montándote una carrera en Madrid, y hasta pillabas un novio futbolista. Eso ya pasó, y las misses son reliquia de un pasado próspero, y tirando a venezolano. De manera que no hay nuevas misses, salvo las que ya teníamos, para toda la vida, como María José. Ha ligado con zagalones que han sido la envidia de las hermosas de su gremio, y de otros, desde bomberos de spot a famosos del tenis, ya digo, pero María José ha seguido siendo la Suárez, que cotiza cuando hay que anunciar unas cremas, que aún cuenta si hay que presentar un ‘show’ alegre en la tele. Ha ido de miss a más. Y en eso sigue. En síntesis: una Giralda de la hermosura.
Martes
Ha anunciado David Bisbal que padece coronavirus. Lo ha contado él en su cosa de internet. Se contagió, quizá, en un reciente viaje por EE.UU. Eso, ya, qué más da. David está bien, pero guardando cuarentena, obviamente. Aquello de ‘OT’ lo ganó Bisbal, y no Rosa, porque el que ha hecho carrera de campeón ha sido David. Ya no es solo un cantante, sino un atleta de la popularidad. Igual te anuncia un botellón de Freixenet que saca nuevo disco, o viaja tres océanos, para un rato de causa benéfica. O la gira que viene de cumplir, con traspiés de gala en soledad, por el coronavirus. Eso, y que hasta saca rato para casarse con Rosanna Zanetti , su amor en curso. Lo que vemos en Bisbal es, sobre todo, que el chaval se organiza. Está en todos sitios, con más simpatías que genialidad, pero está, que ya es mucho. No parece un artista, sino varios. Hala, salud y paciencia, figura.
Miércoles
Doña Letizia se ha quitado un momento la mascarilla, y la nariz a la vista la ha subido a los titulares de retoque estético. Es fino maquillaje lo suyo, pero entre las chismosas urgentes conviene sostener vigente la vieja máxima: que la realidad no te arruine la novedad.
Jueves
Doña Sofía sostiene que ella nunca se ha planteado separarse de Don Juan Carlos. Y es rigurosamente cierto.
Viernes
Olga Moreno se fue a Honduras para estar en España aún más que antes. Quiero decir que hizo el viaje a la isla famosa de la tele, y desde allí se enredó en los asuntos de aquí, casi a diario, porque su familia no de concurso está siempre en el tajo, con Rocío Flores de animadora principal. Aquello acabó, regresó de la lejanía, y se ha separado de Antonio David , si es verdad todo lo que se publica. Aquí tiene ahora faena de una supervivencia otra, digamos, porque no solo cunde el temario de plató, con Rocío Carrasco de fondo, sino también la Agencia Tributaria que, según se apunta, quiere asomarse a la contabilidad de Antonio David Flores, ese ausente tan presente, de un modo o de otro. Moreno fue, hasta no hace mucho, una mujer de silencio en medio de una familia que truena en la tele de verbena, una isla de mujer quieta que dejaba las cámaras para otros. Y quien dice las cámaras dice el incordio alegre, y la trifulca envenenada, y el ‘show’ del impudor y el cabaré del pluriempleo en las vidas ajenas. Ahora ya no. Ella sabrá.
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