Mar Flores vuelve al yate de su mexicano

Es una famosa que vive en la ocupación de la prosperidad de sus cinco hijos

Mar Flores y Elías Sacal Gtres
Ángel Antonio Herrera

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Lunes

Hay gente que no se reconcilia en una cena de pizza, como tantos mortales, sino navegando la Costa Azul. O asomando en el Gran Premio de Fórmula 1 de México. Así, Mar Flores , y Elías Sacal , su pareja desemparejada, según los momentos. De modo que Mar y Elías están de nuevo juntos. Han sido una amistad de vaivén, con mucho yate de enamorados, eso sí. Yo nunca acabé de enterarme del todo si Mar iba al yate, o del yate se iba. Ahora ha vuelto al yate, eso parece claro, y también a su propietario. En todo caso, es una famosa que vive en la ocupación de la prosperidad de sus cinco hijos. Mar, en algún momento, iba para Isabel Preysler , pero era, quizá, poco filipina. Hasta llegó a la Casa de Alba del brazo de Cayetano Martínez de Irujo . Todo aquello ya pasó. Estamos ante una archifamosa guadiana, porque acudió a las portadas, y de las portadas volvió, y luego escapó a su matrimonio con familia, durante muchas temporadas. Mar reúne mucho music-hall biográfico, hasta que un día va y se casa con Javier Merino , y pasa así a una vida plácida, ya libre de chismes venenosos y cháchara infamante. Fue maniquí, en sus inicios, y enseguida andaba en los oficios de famosa de mucho cromo, con afanes de actriz y un enredo de hombres que le acabaron saliendo entre mal y rematadamente mal. Ha sido monada de póster, ajetreó en la tele, y se metió un poco en el cine, que yo creo que era su última y primera vocación no secreta. Fue una gran musa de la peluquería. Y luego se repartió entre mamá de sus querubines y madrina por horas de escaparates caros. Hasta hoy. De regreso al yate.

Martes

Ana Obregón Gtres

Ahora que no ocurren romances de trueno, o tronío, sí ocurren las parejas de un día, que es una noche, en rigor, la de Nochevieja. Algo es algo. La pareja estelar, yo creo, es la que presenta TVE para dar las campanadas. La componen Ana Obregón y Anne Igartiburu . Son novedad que se repite, porque en el año pasado triunfaron. Es buena noticia para Anne, que ya lleva diecisiete años sucesivos en ese oficio, y aún más para Obregón, que sigue cerca aún del pasado año, cuando perdió a su hijo, Álex . Ana Obregón ha sido la fama misma, una groupie de su propia fantasía, una chavala que invitaba a bikini, cuando el verano incluía posados, y existía el verano, qué tiempos. Pero luego hemos visto a la Obregón del luto, a la Obregón otra, a una mujer deshojada por el dolor, cuando ella ha sido el contento porque sí, y el optimismo en falda corta. Al menos, cerrará otro año umbrío de su biografía desde el campanario de la tele, deseando dicha a los demás.

Miércoles

A la cantante Ana Guerra le ha salido un vecino respondón, porque la chica canta a deshoras. La junta vecinal se traslada a la tele de famosos.

Jueves

Acreditan, vía comunicado, que Charlene de Mónaco padece una profunda fatiga general. No aclaran por qué. Esta chica siempre fue un enigma.

Charlene de Mónaco Gtres

Viernes

Garbiñe Muguruza es la chica de la semana. Ha ganado un gran torneo de mucho prestigio, y mucha billetería. Nos gusta Garbiñe. No hace mucho, le dieron mucha metralla a ‘Lobo’ Carrasco por elogiar las piernas de Garbiñe. Yo creo que no había para tanto. Es más, las piernas de Garbiñe merecen no un tuit, sino un soneto. O varios. Las piernas, y Garbiñe entera, obviamente. Recuerdo que Arantxa Sánchez Vicario soltó en su día algo memorable: «Lo que pasa es que ahora las tenistas son muy guapas». Y recuerdo también que cuando Cristiano Ronaldo sale de apolo de póster, en calzoncillos, nadie censura a los piropeadores, que suelen ser piropeadoras. De modo que el gentío se puso muy estricto con Carrasco, cuando a lo mejor a Garbiñe hasta no le parece mal que le celebren la raqueta y también le celebren el fémur. Pero se montó mucho Roland Garros de trifulca en las redes, que son un tenis de psicópatas. Le doy a Arantxa toda la razón en su frase de diagnóstico del tenis y sus nuevas mujeres. Y hasta añadiría que ahora lo que pasa es que las guapas también son tenistas, contra lo habitual, hace un tiempo, cuando casi todas eran el increíble Hulk con faldita de ala. Las tenistas no son lo que eran, incluyendo a Arantxa, que yo creo que empezó a gustarse cuando se dio al tenis de la vida, después del tenis propiamente dicho. Pero pasa igual en el fútbol. El fútbol lleva dentro, ya, un pluriempleo paralelo de pasarela, y el futbolista, hoy, es un anuncio en sí mismo. Han destronado a los actores en el podio de casanovas, a base de mucha Champions y mucho tatuaje. Son los amos. Nuestros bigardos de balón pillan carrera, cambian la estampa, y le quitan sitio de anuncio de peluquería a la mismísima Sara Carbonero . Si van las cronistas modistillas y les hacen una oda los abdominales de un titán no pasa nada de nada. Pero si aclamas el fémur de Garbiñe te sacan a hombros en Twitter, por machista. Claro que eso pasa por escribir un tuit, y no un soneto. Felicidades, Garbiñe, guapa, atleta.

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