El Mago Pop: «De adolescente utilicé la magia para conquistar a alguna chica, ahora no lo haría»

Cuando todavía no sabía prácticamente ni sumar, un mago le hizo un truco de magia que cambió su vida para siempre. Se quedó tan fascinado que ya solo pensó en llegar a ser como aquel hombre. Mientras que los otros niños jugaban al fútbol o al baloncesto en las calles del municipio de Badia del Vallès en el que se crió, Antonio Díaz, más conocido como El Mago Pop , prefería encerrarse en su habitación para practicar sus trucos y leer los libros de magia que le regalaban sus padres. Un esfuerzo recompensado. Hoy es el ilusionista -la palabra con la que mejor se identifica- europeo más taquillero del mundo (en 2020 vendió 1.800.000 entradas) y puede jactarse -aunque su modestia se lo impida- de ser uno de los mejores en su profesión. Se licenció en Arte Dramático por el Instituto de Teatro de Barcelona y con 20 años ya tenía su primera compañía. En 2008 le galardonaron con el Premio Nacional de Magia. ¿El secreto? «El amor por el oficio y el conocimiento teatral. El ritmo y la emoción son ingredientes que no son tan habituales en este tipo de espectáculos y hay que contar una historia. Además intentamos (junto a su equipo de 100 personas) hacer cosas que otros no se atreven por pereza», cuenta el catalán en una entrevista con ABC a la vez que reconoce que siempre le inspiró David Copperfield .

Se encuentra inmerso en su nuevo espectáculo, Nada es imposible Broadway Edition, el número con el que siempre soñó: «Tiene un montón de nuevas ilusiones y de efectos que llevamos muchos años trabajando y que, por primera vez, ven la luz. Está lleno de ilusiones inéditas y de grandes desafíos». Ya ha dejado con la boca abierta a millones de personas, entre ellas, celebridades como Neymar, Victoria Beckham, Antonio Banderas, Shakira, Messi, Eva Longoria o Arnold Schwarzenegger, aunque la mayor alegría se la dio Stephen Hawking . «Conocerle fue una locura y nunca me he sentido tan impresionado. Fue una mezcla de admiración y fascinación. Era una de las mentes más brillantes que ha habido en nuestra especie», dice. Después de conocer al físico solo sueña con que algún día su ídolo Chris Martin , de Coldplay, vea alguno de sus espectáculos: «He pasado tantas horas con su música que creo que me haría gracia que viera algunos de los trucos que hacemos con sus canciones. Y de los que no están, diría que John Lennon». Como todo lo que ha logrado hasta ahora, ese día seguramente llegue.

Cuenta con todo el apoyo de su público y su familia: «Tengo suerte de tener una familia brutal y unos amigos increíbles. Estoy muy bien rodeado y tengo la fortuna de que cuando estoy bajito de ánimos, me voy a tomar algo con ellos y todo se me pasa». Aunque ni sus padres ni sus hermanos tienen nada que ver con el mundo de las barajas y las chisteras siempre han estado a su lado. «Confiaron en mí desde el principio. En el fondo porque lo que hacía lo hacía con tal pasión y le echaba tantas horas que sabían que saldría para adelante», dice orgulloso. A quien todavía no ha encontrado es a la mujer que ponga la magia en su vida . Cuando lo haga, Díaz afirma que no usaría ninguno de sus trucos, aunque sí lo hizo cuando era joven. «Intentaría no utilizar ningún truco y conocernos de una manera natural. De adolescente sí utilicé magia sobre todo porque he sido una persona muy introvertida, pero desde hace muchos años, quien me conoce sabe que no hago magia fuera del escenario o de los rodajes de televisión», asegura.

La magia ocupa casi toda su vida y tiene poco tiempo para sus otras aficiones: comer, viajar y la música. Y es que además de sus espectáculos, Antonio Díaz tiene que hacer malabares al tener su propio teatro, el Victoria de Barcelona, y dos producciones en Netflix : «Magic for humans» y «La gran ilusión», estrenadas este año con éxito después de convertirse en una estrella en Discovery Max.