Lucía Riaño: «En Miami se habla del 'eurodrama' con Chanel, no de Rocío Carrasco»
La periodista, que ahora vive y trabaja en EE.UU., nos habla de su familia y de las diferencias entre las celebridades españolas y latinas
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Presentadora de programas como 'La aventura del saber o 'Está pasando', Lucía Riaño (51 años) hizo las maletas y comenzó hace casi una década, casi por casualidad, una nueva vida en Miami gracias a 'Hola TV'. Vive en una de esas torres con soleadas vistas al mar que vemos en las series, sale con la bici a pasear por los parques, entrena todos los días y trabaja, trabaja, trabaja. «Aquí también hay programas con mucha algarabía en plató, pero a diferencia de lo que pasa en España, donde la gente es más libre a la hora de hablar y de llevar su participación al extremo, en Estados Unidos no se permiten las palabras malsonantes ni las ordinarieces, tampoco se muestra un pecho o un trasero. La palabra 'culo' está prohibida y hay que buscar sinónimos para salir del apuro», comenta la periodista.
«Yo tengo muy clara mi línea editorial a la hora de abordar la información social, porque en América Latina se admira a los famosos por su talento artístico y no tanto por su vida privada». De hecho, esta es una de las grandes diferencias entre la prensa rosa española y la latina: «En el caso de una separación, por ejemplo, aquí no se entra en la letra pequeña del conflicto en un matrimonio. Se respeta esa intimidad porque hay un límite no escrito que reconoce la libertad de los personajes para llevar sus relaciones, no se juzga y no se muestran las pequeñas miserias que han llevado a la ruptura».
En España, ya lo saben, la curiosidad llega en forma de 'polígrafo' para llegar a los rincones más profundos de un divorcio, de una disputa familiar… «Los españoles que triunfan en Miami o México, el otro foco de atención mediática, son los clásicos: Miguel Bosé, Bisbal, Malú o Miguel Ángel Silvestre. Luego se van sumando rostros de las series de éxito, como Álvaro Morte y Úrsula Coberó por 'La casa de papel'».
Para Lucía, las dinámicas de la información del corazón van unidas a lo viral: «Las redes van creando titulares. Así, me sorprendió el tirón de Eurovisión. Se ha hablado del 'eurodrama' de Chanel , pero no de Rocío Carrasco , por ejemplo, que ha sido un fenómeno local en España. También generacional. Aquí hay mucho público mayor que recuerda a Rocío Jurado, pero el resto de la familia no ha despertado ningún interés. No es el caso de Lolita, que arrasa, claro que ella no solo es hija de Lola Flores, es también una artista».
En los últimos años, la información de las casas reales también se ha disparado: «Es el fenómeno Meghan Markle , porque la Reina Isabel II no deja de ser su suegra y ahora se quiere saber más de Buckingham Palace . Aquí los verdaderos protagonistas son Meghan y el Príncipe Harry, a los que la audiencia considera suyos», nos aclara.
Orgullo de familia
Lucía tiene sangre leonesa por las venas y un corazón asturiano. La huella cultural del Norte le llegó por sus padres: Pedro, «un trabajador nato con un corazón enorme» , y Consuelo, «una luchadora que sacó adelante a cuatro hijos gestionando un sueldo y creando las normas por las que nos hemos criado en casa».
La familia como escudo protector , como refugio, así como lo ve Lucía, que recuerda su primer viaje sola: «Tenía casi 20 años, me eché novio y mi madre me obligó a llevar a mi hermana Belén como carabina. Es con la que más hablo, mi cómplice y confesora , así que tampoco fue un problema que nos acompañara. Para mí ya era bastante aventura. En la foto estamos cerca de Gijón. Era verano, pero llevamos manga larga por si acaso, que allí siempre refresca mucho».
Luego están Alicia y Alberto, 'el pequeño', al que sigue llamando así a pesar de su metro ochenta y cinco: «cuando él atravesaba la adolescencia, yo tenía veintitantos, casi podía actuar como su madre. Estamos muy unidos».
Grupo de ‘whatsapp’
Los hermanos tienen un grupo de ‘whatsapp’ muy activo «en el que nos ponemos al día. Aunque yo tengo pareja actualmente, de mayor me veo viviendo todos juntos . Aunque cuando lo digo mis cuñados ponen una cara muy rara», bromea. Nacida y criada en Madrid, cada verano volvía al pueblo de sus padres: «entonces queríamos ir a la playa, pero ahora me alegra haber crecido viendo cómo se cría al ganado, ir a por los huevos de la gallinas, el olor del campo mojado. Me marcó mucho la comida, la forma de cocinar de esa tierra, con sus guisos y su sabor».
Y de las montañas asturiano-leonesas, a las playas de Miami: «No sé si hablar de ‘shock’ porque yo vine tras años de viajes por el mundo, pero sí es cierto que no deja de sorprendente cómo cambia todo. De Miami, por ejemplo, me fascina la sensación de libertad que tienes para vestirte como quieras, nadie te juzga. Y me llama la atención cómo se cuida y se arregla la mujer latina, que se quiere ver linda y se ‘produce’ para lucir espectacular. Frente a ellas, a veces me he sentido invisible porque las europeas vamos mucho más discretas».
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