Lolita Flores, una feminista que no se estira en la cháchara

De las redes hay que quitarse un día, como del tabaco, y Lolita, que es Lola Flores, según deneí, habla demasiado claro, siempre, y ese es un estilo que últimamente no se comprende

Ángel Antonio Herrera

Lunes

Lolita es Lola Flores , según deneí, una gitana del foro que suele ser noticia a menudo, porque no para. Lo último es que se ha dado de baja en las redes, porque ahí la han fusilado, después de que no se gritara feminista, en la tele. De las redes hay que quitarse un día, como del tabaco, y Lolita, que es Lola Flores, según deneí, habla demasiado claro, siempre, y ese es un estilo que últimamente no se comprende. Lolita habla como Lola, desmelenadamente, y luego a otra cosa. Conozco a Lolita desde hace siglos, y es feminista , pero no se estira en el discurso de cháchara que ahora se lleva. Ha entrado en la madurez con desvelos de actriz, recursos de cantante y ahíncos de artista que se pone a lo que venga. Como actriz, la han explotado poco o nada, pero allá ellos. Llegó a tener sitio en el teatro Español. Ahí cumplió, con brío y brillo, un monólogo fundado en ‘La plaza del Diamante’, un texto de Mercè Rodoreda, aquella Virginia Woolf de Barcelona. Lolita no ha parado jamás de abrirse mercado. Lo que pasa es que a veces no la ven, o no la dejan. De pronto, se consigue el alegrón de sacar disco y luego se mete al teatro o al cine. Hasta la premian de vez en cuando. Tuvo un día un autohomenaje en gira por los teatros, un espectáculo en el que cantaba con toda su familia, que es familión, gracias a los prodigios de la tecnología. Me contó que pretendía hacer un libro sobre su padre, Antonio, El Pescaílla, que es el gran desconocido de la saga. El artisteo de antes, cuando se aburría de lo suyo, o bien le echaban, abría una mercería o un estanco. A Lolita nadie la echa de su podio bien ganado, pero ella de repente va y abre además una tienda con su nombre, en Madrid, donde se vendían toallas, camisetas, pulseras y demás artesanías que ella iba inventando, en los ratos libres. Porque, encima, Lolita tiene ratos libres. Esa fue una aventura empresarial de hace unos años. Aquella tienda era como un Corte Inglés, pero en gitano. Y acabó en fracaso. Lolita no estará en las redes, pero es popular. Yo la veo cansada, y a tope, según el día. Llegó a vender, en su tienda propia, unas toallas con el dibujo de su madre, y no le preguntaron si eso es aprovecharse del apellido, que ya exhibe muy triunfalmente, en cuanto puede. Ha pasado de Lolita a Lolita Flores. La toalla, o las toallas, por cierto, tenían un poco o un mucho de bata de cola de chiringuito a hora punta.

Patricia Montero GTRES

Martes

La dorada Patricia Montero se le rompió la cremallera del vestido, en una boda. Para la reparación de costura de urgencia se quedó en bragas. Literalmente. En las redes la han piropeado, o no, sin imaginación. Va como regalo a Patricia aquella greguería memorable de Umbral. «La braga es una mariposa de lencería sexual que siempre va a pararse en el mismo sitio».

Miércoles

Dice Concha Velasco que se retira. No sé yo. Por suerte, conviene no fiarse de Concha Velasco, porque es imprevisible como un milagro. Y no de ahora.

Jueves

Alberto de Mónaco , tan poco dado a declaraciones, ha dado una entrevista para acreditar que entre él y Charlene, aún residente en Sudáfrica, después de meses, no hay ninguna crisis. Hablan ahora más del matrimonio que cuando estaban juntos.

Viernes

Victoria Federica y Jorge Bárcenas GTRES

Victoria Federic a ha cumplido veintiún años. Los cumpleaños son noticia en el gremio de los famosos, pero en el caso de Victoria Federica más. Es chavala de tirón. Victoria Federica no se ha buscado un novio marqués, o conde, sino un dj, el dj Barce, que en el deneí tiene escrito Jorge Bárcenas . Llevan ya rato de pareja. Pero a mí me interesa más la pareja de Victoria Federica y Felipe Juan Froilán, su hermano, que son una pareja desemparejada, porque ya cada uno va por su cuenta, pero uno remite al otro, y al contrario. Quiero decir que Victoria Federica y Felipe Juan Froilán son dos hermanos que han salido como tales, o sea, ricos de semejanzas, porque son dos exóticos que no siguen la normativa biográfica de gentes de su linaje. Van muy a su aire. De modo que no aburren. Han salido gentes de alegría y exotismo, y se preparan buenos guateques de juventud, como unos particulares, y no tanto como unos nietos de rey, que suelen mirar antes el protocolo que la fiesta. Visten los dos con desaliño de buena marca, y él prospera en la amistad con toreros, y a ella le regalan por su cumpleaños de mayor de edad un cerdito de raza vietnamita, que ella adornó con la bandera española. Son chicos distintos. Como los padres.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación